El salario mí­nimo


Complicado el tema del salario mí­nimo, una empresa de fabricación de computadoras se rí­e del salario mí­nimo porque su margen de ganancias es grande; la petrolera de Rubelsalto también se rí­e del salario mí­nimo, realmente el salario mí­nimo no es un problema para ellos.

Ismael Gómez Sánchez, ismaelgs1968@gmail.com, 0-16, 54132

Por el otro lado están aquellas microempresas o medianas empresas, donde realmente el salario mí­nimo es un dolor de cabeza cada dí­a, algunos logran cubrir el salario mí­nimo, otras optan por pagar menos del salario mí­nimo, pero de manera informal porque de otra manera no podrí­an obtener ganancias porque su margen de ganancias es pequeño. En este sector se encuentran agricultores a pequeña escala, granjeros que lo que optan es por permanecer en el anonimato y contratan a su personal informalmente debido a que su margen de ganancia es mí­nimo y no puede competir en salarios mí­nimos con empresas grandes. En una casa de una maestra que gana para sostener a sus hijos pero debe pagar una ayudante y no le puede pagar más que 700.00 con comida y vivienda pero no con beneficios laborales, mientras que el salario como maestra es de 2000.00 ¿cómo podrí­a pretender el Estado que esta madre pueda pagar salario mí­nimo más prestaciones?

Los resultados son:

1. Que el gobierno llegará y se enterará que no está pagando el salario mí­nimo y le multará o simplemente ya no podrá contratar gente, en consecuencia tendrá que cerrar su producción y no darle más trabajo a su gente. Entonces, habrá una empresa menos y 4 ó 5 trabajadores más sin trabajo.

2. Las grandes empresas ampliarán su brecha y perderán competidores con lo que obtendrán más mercado y mayores ganancias.

3. Las empleadas domésticas que trabajan en hogares no acomodados si se les aplica la medida ya no serán contratadas.

En fin, creo que el sistema de salario deberí­a manejarse de acuerdo al mercado o la capacidad de las empresas para pagar. A nivel rural, por ejemplo, se realiza mucho intercambio de trabajo, hoy el vecino me contrata a mí­, mañana yo contrato a mi vecino, o el granjero de a la par me da trabajo por un mes, tres meses, etc.

El sistema de salario mí­nimo provoca muchas injusticias porque hace perder el trabajo a aquéllos que no pueden acceder a un salario mí­nimo porque las microempresas donde trabajan son (valga la redundancia) microempresas con márgenes de ganancia pequeños, y hace perder sus empresas a aquellos pequeños empresarios, en especial empresarios rurales. Mientras que da mayores ventajas a empresas cuyos productos tienen márgenes de ganancia grandes, como los fabricantes de carros, bicicletas, software, o empresas con alta tecnologí­a agrí­cola que su rendimiento por empleado es grande.