El Gobierno Central analiza las consecuencias que sufrió el agro por las constantes lluvias que se presentaron durante el fin de semana, y que continúan hasta hoy.
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Alejandro Maldonado Lutomirsky, director ejecutivo de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), y el ministro de Agricultura, Raúl Robles, presentaron un informe al presidente ílvaro Colom sobre los efectos que han tenido las lluvias sobre los cultivos.
De acuerdo con un informe del Ministerio de Agricultura, los cultivos de maíz, frijol, banano, hortalizas, melones, papayas y piñas se encuentran altamente susceptibles a ser dañados por inundaciones.
Los departamentos ubicados en el centro y sur de la meseta central, la bocacosta del Pacífico, la costa sur y los ubicados al sur de la Sierra de las Minas tienen mayor probabilidad de que la lluvia acumulada supere los niveles normales.
Por otro lado, la zona norte del país, que incluye los departamentos de Petén, Huehuetenango, Quiché, Izabal, Alta y Baja Verapaz tienen «mayor probabilidad de que la lluvia acumulada en el período mayo – julio 2008 esté en un rango normal.
Inicia temporada
El fin de semana pasado inició la temporada de lluvias en la meseta central con el ingreso de un sistema de baja presión, producto de la depresión tropical Alma, que en sus inicio fue la primera tormenta tropical de la temporada.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología anunció recientemente que la depresión tropical Arthur se encuentra afectando al país con lluvias, con mayor influencia en la zona central y norte del país.
El alto porcentaje de humedad ha motivado que se generen lluvias y fuertes vientos, los cuales ponen en riesgo la infraestructura y productividad del país.
Análisis
Robles señaló que el Maga va a monitorear constantemente los acontecimientos en los sectores cultivados del país que se encuentran en zonas de riesgo, por lo que se declaró un alerta agrícola.
Por su parte, Maldonado refiere que ya se ha declarado un alerta naranja interinstitucional para que los cuerpos de socorro estén al pendiente de los impactos que pudieran tener los fenómenos climatológicos en las poblaciones que se encuentran en áreas de derrumbes o constantes lluvias.