La monarquí­a de Nepal sale del Palacio


El rey Gyanendra de Nepal aceptó abandonar el palacio real, luego de que se promulgara una nueva constitución y se cambiara a un régimen republicano.

El ex rey de Nepal, Gyanendra, aceptó abandonar el palacio real antes del plazo del 12 de junio y vivir como un plebeyo, tras la decisión de la Asamblea Constituyente de abolir la monarquí­a, anunció hoy el ministro del Interior, Krisna Prasad Sitaula.


El ex soberano «afirmó que está dispuesto a vivir como un simple ciudadano», dijo el ministro a la prensa luego de reunirse con Gyanendra durante unos diez minutos.

«Recibió positivamente y aceptó la decisión adoptada por la primera reunión de la Asamblea Constituyente», agregó.

El miércoles pasado, la Asamblea Constituyente, dominada por los maoí­stas, puso fin formalmente a la última monarquí­a hindú del mundo e instauró una república. Esta institución dio un plazo de 15 dí­as al ex monarca para dejar su palacio en Katmandú.

«No veo ninguna complicación en la partida del ex rey del palacio. El me dijo que se irí­a antes de que venciera el plazo (del 12 de junio)», declaró Prasad Sitaula.

Es probable que Gyanendra se mude a una residencia privada en el norte de la ciudad, donde vivió antes de ser entronizado en 2001, después de una masacre palaciega.

El palacio rosado Narayanhiti, construido en los años 60 en el lí­mite del centro comercial Kingsway, será convertido en un museo nacional, indicaron fuentes oficiales.

«Actualmente los comités gubernamentales están trabajando dentro del palacio, elaborando una auditorí­a de la propiedad y estimando la situación en materia de seguridad», afirmó el ministro del Interior.

Unos 1.500 soldados protegen el palacio y se teme que haya problemas de seguridad para el ex monarca cuando se traslade a su residencia privada.

«El gobierno, basándose en las recomendaciones del comité de seguridad, podrí­a suministrar alguna seguridad al ex rey», dijo Sitaula.

La coronación de Gyanendra se vio enturbiada por una tragedia debido a que su sobrino, el prí­ncipe heredero Dipendra, asesinó a la mayor parte de la familia real en 2001, cuando le impidieron contraer matrimonio con la mujer que amaba.

La impopularidad del nuevo rey aumentó en 2005, cuando Gyanendra destituyó al gobierno y asumió directamente el control de este paí­s, alegando que esa iniciativa era necesaria porque los polí­ticos no habí­an logrado terminar con la sangrienta guerrilla maoí­sta.

Los partidos polí­ticos y los maoí­stas se aliaron contra el rey Gyanendra, organizando manifestaciones masivas en abril de 2006 que obligaron al monarca a restaurar al Parlamento.

La sesión de la Asamblea Constituyente fue el punto culminante del acuerdo de paz firmado en 2006 entre los principales partidos polí­ticos y los maoí­stas, tras una guerra civil de diez años que dejó al menos 13 mil muertos.