«Yo caí­ en la trampa»


Vinicio Cerezo.

Veinte años han pasado desde que el ex presidente Vinicio Cerezo enfrentó un paro nacional del sector privado organizado en CACIF, en rechazo a su propuesta de reforma fiscal. Hoy manifiesta sorpresa porque los argumentos esgrimidos por la Cámara de Industria para no apoyar la reforma impositiva que impulsa la administración de ílvaro Colom, fueron los mismos que utilizaron durante su gestión.


En el marco de la inauguración del Instituto de Altos Estudios Legislativos y Polí­ticos, Cerezo Arévalo lanzó un llamado a los dirigentes polí­ticos y en particular a los diputados para que sean ellos quienes sienten las bases que permitan el desarrollo equitativo de todos los guatemaltecos.

– Pregunta: ¿Cuál es su visión de paí­s?

– Respuesta: Los acuerdos de Esquipulas II lograron efectivamente resultados positivos: terminar con la guerra, sentar en la mesa de negociaciones a diferentes actores polí­ticos, permitir que participaran en la decisión polí­tica diferentes tendencias ideológicas y ví­a Parlamento Centroamericano y organizaciones locales, logramos que todos pudieran emitir una opinión, sin discriminación, sin limitaciones, sin control.

Logramos elaborar las leyes para que el Estado no tuviera la capacidad de violentar la voluntad popular; durante 20 años he visto transitar por la Presidencia de la Republica a lí­deres polí­ticos electos popularmente, las votaciones han sido respetadas por autoridades electorales electas por mecanismos adecuados.

Al terminar el siglo XX, habí­amos logrado la estabilidad que era necesaria para el crecimiento económico, creado las condiciones adecuadas para que pudiera la nación y cada una de las naciones de América Central lograr su crecimiento económico.

– P: ¿Por qué la población no logró percibir esos avances?

– R: A lo largo de los años nos hemos dado cuenta que se necesitan algunas cosas más para que ese crecimiento económico permita el bienestar generalizado de las naciones. Europa cuando inicia su proceso de delimitación de las tres primeras naciones, estableció que para poder garantizar la institucionalidad democrática y no caer en la guerra, se tení­an que crear condiciones de bienestar que permitieran cohesión social, seguridad en el trabajo, igualdad de condiciones para poder obtener satisfactores mí­nimos, la prestación de servicios básicos: educación, salud y seguridad para todas las personas.

América Central se ha caracterizado por el uso de la concentración de la riqueza en pocas manos y el aumento de la pobreza de la clase media; los niveles tradicionalmente pobres pasaron a pobreza extrema y esta situación que vivimos ahora creará una serie de condiciones que generarán niveles de violencia social sin control, sin dirección, altos niveles de protesta; se están creando las bases de un conflicto polí­tico social y económico que podrí­a traer al traste el proceso democrático que ahora estamos gozando.

– P: Ante ese reto, ¿qué deben hacer nuestras autoridades?

– R: Paí­ses desarrollados han podido hacer transformaciones que permitan altí­simos niveles de bienestar a través de la ley, del acuerdo, de la concertación. No hay que inventar el agua azucarada. El otro dí­a me preguntaban ¿cuál era la formula para producir el desarrollo económico y social con equidad y justicia? yo les dije: no hay nada que inventar, hay que pagar mejores salarios, dar mejores servicios y crear condiciones de estabilidad y seguridad para la gente, eso simple y sencillamente se logra produciendo un crecimiento en la tasa tributaria para que el Estado tenga capacidad de dar esos servicios; estableciendo leyes para mejorar las condiciones laborales porque los trabajadores van a consumir más y a producir un crecimiento de la economí­a y por supuesto un nivel de bienestar y compromiso con la sociedad en la que uno está viviendo. Esto se hace a base de decisiones polí­ticas, de legislación, de compromiso, en un proceso de mediano y largo plazo.

– P: El sector privado dice que no es el momento ideal para incrementar impuestos ¿la reforma fiscal no es contraproducente hoy?

– R: Los últimos dí­as he estado leyendo periódicos, estoy profundamente impresionado de la capacidad de Guatemala por no cambiar. Estuve en la presidencia en 1986 y me reuní­ con el sector privado, les dije: mejoremos las condiciones económicas de la población si queremos que crezca la economí­a, porque todas las economí­as capitalistas del mundo crecen sobre la base del consumo, el consumo se hace sobre la base de los ingresos, los ingresos sobre la base de los salarios o de las oportunidades de crédito y con esa capacidad de consumo se aumenta la industria, el consumo de los productos, se pueden aumentar los salarios y las condiciones van mejorando para todos los sectores.

El sector privado me dijo, mire Vinicio, tiene razón, así­ es el mecanismo, pero primero hay que hacer crecer el pastel para después repartirlo y entonces lo que hicimos fue precisamente aplicar la receta, aceptamos el reto y discutimos el crecimiento económico del paí­s.

– P: ¿Qué sucedió después, usted enfrentó paros para evitar el pago de más impuestos?

– R: Cuando planteamos que era hora de repartir el pastel, entonces nos salieron con los mismos argumentos que estamos escuchando contra el presidente Colom, que si se aumentan los impuestos se va a desemplear más gente, que se va a restringir la inversión, que vamos a terminar con el crecimiento económico, que no se les garantizaba bienestar al resto de la población.

– P: ¿Qué hacer ante ello?

– R: Ningún paí­s desarrollado ha crecido por deporte, todos han crecido porque los polí­ticos han tenido un compromiso con la colectividad para ponerse de acuerdo, para aprobar leyes que resuelvan condiciones salariales, que resuelvan los problemas de la población y que permitan hacer crecer las condiciones crediticias para crear pequeñas y medianas empresas y permitir que en el tiempo justo se conviertan en una norma adecuada para todos los capitales de esta nación.

A mi francamente me preocupa mucho esta situación, estamos escuchando lo mismo de hace 20 años, yo caí­ en la trampa, intenté una reforma tributaria, me hicieron unas cuantas huelgas, cuatro supuestos intentos de golpe de estado. 20 años después hubo crecimiento económico, concentración de capital, creció el pastel pero se lo quedaron los mismos y no se repartió.

– P: ¿Que recomendarí­a a los que hoy ejercen el control del poder estatal?

– R: Así­ como han cambiado los modelos del mundo, también debemos cambiar nosotros, y el Congreso es el organismo encargado y obligado para lograrlo, juega un papel tan importante para la transformación de las estructuras básicas de la sociedad. La gente está exigiendo justicia, equidad y el reparto de la riqueza a todos los sectores de la población y no sólo a un pequeño grupo.