Desde hace varias semanas, los autobuseros desean subir a la tarifa de pasaje a Q4.25. Ellos se justifican con el incremento de los precios de los combustibles y de los repuestos de mantenimiento de sus unidades. Es verdad que el incremento del petróleo es incesante, pero es una total falsedad que operan con pérdidas, porque de hecho, muchos de ellos ya le han subido al pasaje, sobre todo en las noches cuando cobran entre Q3.00 y Q5.00 dentro del perímetro de la ciudad, y si salen a algún municipio cercano pueden cobrar hasta Q8.00 y Q10.00 por persona. Tanto las municipalidades como el Gobierno Central deberían mejor crear una empresa pública de transporte urbano y extraurbano que cubra todas las rutas, a un precio módico sin importar el horario, para que estos autobuseros avorazados ya salgan del mercado y mejor se dediquen a otra cosa, porque no dan buen servicio y tampoco tratan al público con respeto. El transporte es un servicio que debe ser público por ser esencial y ya es hora que se ponga cartas en el asunto para que los transportistas no hagan con el público lo que les da la gana.