¿Cómo crecer en medio de la inflación?


Ben Bernanke, titular de la Reserva Federal de Estados Unidos, organismo que ha intentado detener la inflación en ese paí­s.

Los precios al consumo se moderaron en abril en Estados Unidos, factor que deberí­a atenuar los temores de la Reserva Federal (Fed) sobre las presiones inflacionarias, dándole mayor margen de maniobra para enfrentar la desaceleración económica.


Los precios de productos de consumo aumentaron 0,2% en abril en relación a marzo mientras que el í­ndice de base (que excluye alimentación y energí­a) subí­a 0,1%, anunció ayer el Departamento de Trabajo.

Se trata sin embargo de alzas inferiores a las previsiones de los analistas, y para los dos í­ndices el incremento fue el menor desde febrero. En marzo, el í­ndice general subió 0,3% y el í­ndice de base 0,2%.

El informe era muy esperado en la medida que la Fed se inquieta cada vez más sobre la inflación.

«Sugiere que las presiones sobre los precios se moderan en parte. Ello deberí­a tranquilizar parcialmente a los miembros de la Fed más ortodoxos sobre la inflación», estimó Charmaine Buskas, analista de TD Bank.

La Fed querrí­a mantener la inflación anual entre 1 y 2% pero los precios superan constantemente ese máximo desde hace varios meses. En abril, subieron 3,9% en ritmo anual y 2,3% excluyendo alimentación.

En ese contexto el banco central deberí­a lógicamente elevar sus tasas, o al menos suspender las reducciones. Pero ello le plantea un dilema en momentos en que la economí­a continúa debilitada y necesita, aunque escape a la recesión, tasas bajas para permitirle arrancar nuevamente.

«Estos datos deberí­an dar a la Fed un cierto margen de maniobra para bajar sus tasas si lo considera necesario en su reunión de junio, para enfrentar la limitación del crédito o el deterioro de la economí­a», afirmó Frederic Dickson de DA Davidson. La tasa directriz está fijada actualmente en 2%.

Los optimistas subrayan varios factores en favor de una moderación durable de la inflación.

«Los elevados precios de la energí­a y de la alimentación no se extienden a causa de la debilidad de la demanda. Los grandes distribuidores hacen enormes promociones para mantener el nivel de ventas», señala Stephen Gallagher de la Societe Generale, subrayando que las empresas todaví­a tienen capacidad para recortar sus «fuertes márgenes» de ganancia antes de aumentar sus precios.

Pero un indicador no marca la tendencia y muchos analistas llaman a la prudencia.

«Persisten numerosos riesgos», recuerda Kenneth Beauchemin del gabinete Global Insight, aludiendo a la disparada de los precios de la energí­a, que no parece tener fin.

Otros señalan el desfase entre este indicador que consideran tranquilizante y la realidad vivida por los consumidores.

«La reducción atañe a los productos caros, que tienen dificultades para venderse actualmente», pero «mientras tanto, los productos cotidianos registran fuertes alzas de precios», nota el economista independiente Joel Naroff.

Los precios de los alimentos registraron su mayor alza en 17 años ( 0,9%), y varios servicios corrientes aumentaron sus tarifas: alquileres, atención médica, artí­culos escolares…

«Para una familia tipo que no va a comprar un automóvil o una computadora este año, las condiciones son lamentables», agregó Naroff, que prevé que los precios de la gasolina influyan pesadamente en el informe de mayo.