Ineficiencia ante crisis alimentaria


Un agricultor trabaja en un campo de arroz en Vietnam. Ante la crisis de alimentación, el arroz se ha encarecido, y la FAO aún no ha podido implementar medidas en contra de la falta de granos.

A menos de un mes de la cumbre sobre Seguridad Alimentaria Mundial, Cambio Climático y Bioenergí­a que se realizará del 3 al 5 de junio en Roma, la FAO, promotora del encuentro, se encuentra en el ojo del huracán tras recibir duras crí­ticas a su ineficacia y burocratismo.


El presidente de Senegal, Abdoulaye Wade, atacó duramente el domingo a la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y llegó a pedir su «eliminación».

«La FAO fracasó y los gritos de ahogado ya no sirven. Las actividades que realiza esa institución están siendo superadas por otras entidades al parecer más eficaces (…). Se trata de un pozo sin fondo, que gasta más en su funcionamiento que en operaciones concretas», acusó Wade.

No se trata del único dirigente mundial que critica a la agencia especializada de Naciones Unidas, cuya sede central se encuentra en Roma y que emplea a más de 3 mil trabajadores, entre ellos numerosos expertos en asuntos agrí­colas.

«La FAO se convirtió en un aparato gigante, que ha ampliado sus prerrogativas. Deberí­a concentrarse en un sólo asunto, que es garantizar el acceso a la alimentación a todo el mundo, porque de otra manera su trabajo es inútil», declaró Rafael Schneider, de la organización no gubernamental alemana Welhungerhilfe (Ayuda Mundial por el Hambre).

«Cada vez creo menos en entidades como la FAO. No son eficaces», estimó el camerunés Bernard Njonga, presidente de otro organismo no gubernamental, ACDIC.

La posible desaparición de la agencia de la ONU es calificada de «aberración» por el secretario general del ministerio de Agricultura de la República Democrática de Congo, Ali Ramazani.

«Es la primera vez que el presidente de un Estado soberano pide la eliminación de un organismo de ese calibre. Los paí­ses africanos deben buscar las causas de la actual crisis alimentaria en su polí­tica agrí­cola», aseguró.

Para Sano Nanono, de la asociación de agricultores de Nigeria, la FAO tiene la función de «estudiar y asesorar técnicamente y financieramente los proyectos» pero no es responsable de su buena aplicación.

«Esa responsabilidad es de los gobiernos», recalcó.

Para un experto de la FAO, quien no quiso revelar el nombre, «en momentos problemáticos como el que se vive actualmente, se busca un chivo expiatorio y en este caso ha sido la FAO».

«Puede ser mejorada. En un informe reciente se llegó a la conclusión de que es indispensable. Si no existiera habrí­a que inventarla», agregó.

Una evaluación externa, realizada en octubre de 2007, llegó a la conclusión de que la entidad sufrí­a por «excesivo centralismo y jerarquización y poca eficacia», aunque subrayó que es «necesaria».

«El sector agrí­cola ha sido olvidado por 15 largos años. Sólo la FAO insistí­a sobre su importancia, pero nadie la quiso escuchar», comentó.

«Pese a sus defectos, sus costos y fallas, es la única que tiene el conocimiento mundial para impulsar las polí­ticas para luchar contra el hambre en el mundo», sostiene Renato Brunetta, entre los asesores económicos del futuro gobierno italiano liderado por Silvio Berlusconi.

La necesidad de una mayor «voluntad polí­tica» para garantizar la seguridad alimentaria en los paí­ses en desarrollo es desde hace varios años el caballo de batalla de la FAO por lo que convoca periódicamente reuniones internacionales.

Cientos de representantes y ministros de numerosos paí­ses, entre ellos el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva y de Francia, Nicolas Sarkozy, asistirán en Roma a la Conferencia de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria Mundial y los Desafí­os del Cambio Climático y los Biocombustibles, del 3 al 5 de junio.

La FAO, fundada en 1945, ayuda a los paí­ses en desarrollo y a los paí­ses en transición a modernizar y mejorar sus actividades agrí­colas, forestales y pesqueras, con el fin de asegurar una buena nutrición para todos.

Su presupuesto para el periodo 2008-2009 se eleva a 867,6 millones de dólares.