Israel habló hoy de «progresos significativos» en las negociaciones de paz con los palestinos tras la entrevista entre su primer ministro, Ehud Olmert, y el presidente palestino, Mahmud Abas, aunque éstos últimos se mostraron más reservados.
«Hemos logrado progresos significativos en los asuntos del trazado de las fronteras de un futuro Estado palestino y en el de las soluciones de futuro en materia de seguridad entre Israel y ese Estado», declaró a los periodistas bajo anonimato un responsable israelí presente en las conversaciones.
«Olmert y Abbas pidieron a los equipos de negociadores que avancen en estas cuestiones», agregó, precisando que ambas partes trabajan «ya sobre mapas».
De todos modos, la radio militar israelí señaló que tanto israelíes como palestinos se mantienen firmes sobre los refugiados de 1948 y que no ha habido progresos en este tema.
Las conversaciones entre Ehud Olmert y Mahmud Abas son «probablemente las más serias» que han mantenido desde la reactivación de las negociaciones de paz en noviembre de 2007 en la localidad estadounidense de Annapolis, aseguró el portavoz de Olmert, Mark Regev.
En Ramala, los dirigentes palestinos se mostraron más prudentes.
«Es pronto para sacar conclusiones y medir los progresos o la falta de progresos», dijo uno de los principales negociadores palestinos, Saeb Erakat, en conferencia de prensa.
Al tiempo que admitió que las conversaciones fueron «serias y profundas», Erakat avanzó que no habría «acuerdo» antes de que haya «un acuerdo sobre todo».
Erakat pidió de nuevo a Israel que aplique las disposiciones de la «hoja de ruta», el último plan de paz internacional, que contemplan el fin de la colonización en la Cisjordania ocupada y el fin de la violencia por parte palestina.
Olmert y Abas se reunieron tras una nueva visita de la secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice, su decimoquinto viaje a la región en menos de dos años.
A su término, Rice dijo que un grupo de observadores de Estados Unidos vigilarán el levantamiento de los retenes militares israelíes que paralizan la actividad en Cisjordania.
«Ello significa que nuestros observadores se desplazarán en las afueras de las ciudades, hablarán con la gente que trata de pasar los retenes y se formarán una idea de cómo se realizan los movimientos», dijo Rice a los periodistas en el avión en que regresaba a Washington.
Los observadores serán miembros de la embajada de Estados Unidos en Israel, precisó la jefe de la diplomacia estadounidense, que regresó a su país tras una visita de dos días a Israel y los territorios palestinos.
Rice indicó haberse entrevistado cuatro veces con el ministro de defensa israelí, Ehud Barak, para intentar convencerlo de levantar más retenes militares porque las medidas tomadas hasta ahora por las autoridades israelíes no mejoran suficientemente la vida cotidiana de los palestinos.
Según un informe de la ONU, Israel levantó 44 de los 61 «obstáculos» que se había comprometido a suprimir en Cisjordania, aunque la mayoría tienen poca o ninguna importancia.
Ayer, Rice expresó su optimismo sobre las posibilidades de llegar a un acuerdo entre Israel y los palestinos de aquí a fin de año, declarándose «impresionada por la seriedad y la profundidad de las discusiones» entre ambas partes.
Por otro lado, las negociaciones pueden verse afectadas por el nuevo escándalo de corrupción que afecta al gobierno israelí.
La justicia prohibió publicar informaciones sobre el tema, pero los medios de comunicación israelíes dice que el asunto es particularmente «grave» y podría obligar a Olmert a renunciar.
Como muestra de la creciente presión, Olmert anuló una serie de entrevistas con los principales medios israelíes para las celebraciones del 60º aniversario de la creación del Estado de Israel, que se inician el 8 mayo.