Un tesoro arqueológico precolombino valorado en US $100 millones, que fue expuesto en España en 1997 y cuya propiedad reivindican varios países latinoamericanos y un coleccionista de Costa Rica, fue decomisado en Múnich, anunció hoy la policía alemana.
El tesoro hallado la semana pasada en un galpón de Múnich (sur de Alemania), que según el diario local Sí¼ddeutsche Zeitung está compuesto por unas 1.000 máscaras, esculturas y piedras preciosas mayas, aztecas e incas, fue incautado a pedido de las autoridades de Costa Rica.
El gobierno costarricense afirma que las piezas pertenecen a su país, pero también a Perú, Colombia, Panamá, Guatemala y El Salvador, indicó la policía criminal de Baviera en un comunicado.
Aunque un coleccionista costarricense de 66 años, que organizó el transporte de los bienes en litigio desde España hacia Baviera, asegura que el tesoro le pertenece.
La colección fue expuesta en 1997 en Santiago de Compostela (Galicia, noroeste de España), pero las autoridades de Múnich investigan para saber si fue exportada ilegalmente a Alemania.
Según el diario guatemalteco Prensa Libre, que días atrás evocaba un tesoro que «parecía haber salido de una película de Indiano Jones», el coleccionista, un ex diplomático llamado Leonardo Augustus Patterson, es conocido en Centroamérica como el «ladrón de tesoros».
Y sin embargo, la policía alemana precisó que «hasta ahora, no hay informaciones que permitan afirmar que estos objetos fueron robados».
Al parecer, las piezas incautadas en Alemania son sólo una parte de la colección presentada al público en 1997 en Santiago de Compostela, que por entonces visitó la premio Nobel de la Paz, la líder indígena guatemalteca Rigoberta Menchú.
Otra parte, es decir unos 1.800 objetos, fueron incautados en diciembre pasado por la policía española en la sala blindada de un particular, donde estuvieron escondidas durante diez años.
Después de la exposición en Santiago de Compostela, que también visitaron las autoridades gallegas, las piezas no fueron devueltas a sus países de origen y fueron colocadas en ese «almacén acorazado» por el comisario de la exposición, huido de la justicia en diciembre pasado y procesado en Perú.
Entre esas piezas figuran 10 vasijas de cerámica procedentes de culturas de la costa norte de Perú y 21 piezas de oro y cobre originarias de la tumba del «señor Sipán», perteneciente a la cultura Mochica, que fue saqueada en 1986.
Esas piezas fueron recuperadas por la brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional española.