Un líder rebelde timorense que en febrero perpetró un ataque armado contra el presidente de Timor Oriental, José Ramos Horta, a quien puso al borde de la muerte, se rindió hoy ante el propio mandatario durante una ceremonia que fue calificada de «histórica».
El acto tuvo lugar en el palacio presidencial de Dili y en él entregó sus armas el teniente Gastao Salsinha, el hombre más buscado del país tras el doble atentado del 11 de febrero contra el primer ministro, Xanana Gusmao, que salió ileso, y Ramos Horta, que resultó gravemente herido y estuvo hospitalizado dos meses en Australia.
Salsinha apareció rodeado de once de sus hombres, todos vestidos de uniforme y con fusiles de asalto sin cargar, que entregaron a un responsable militar, bajo la mirada de Ramos Horta.
Al acto también asistieron el viceprimer ministro, José Luis Guterres, el presidente del Parlamento, Fernando «Lasama» de Araujo, y el representante de la ONU, Atul Khare, según un periodista presente en el lugar.
El único ausente fue, sin embargo, el primer ministro, actualmente en visita en Indonesia.
Ramos Horta, premio Nobel de la Paz, dijo que perdonaba al ex militar por haber atentado contra su vida y declaró su satisfacción por una rendición por la que tendrá que enfrentarse a los tribunales.