Después de un recorrido mundial salpicado de incidentes por reclamos sobre la situación en Tíbet, los relevos de la llama olímpica de los Juegos de Pekín tuvieron hoy en la capital de Corea del Norte, país comunista aliado de Pekín, una etapa mucho más tranquila, ante miles de espectadores.
La 18ª etapa del recorrido mundial de la llama, en la que fuera la primera vez que el fuego olímpico visitaba Corea del Norte.
Ante cientos de miles de personas, según los organizadores, agolpados a lo largo de las calles de la capital, la antorcha inició un recorrido de 12 km.
El trayecto unió dos de los grandes símbolos del régimen comunista de Corea del Norte: la salida en la Torre de la Idea de Juché y la llegada en el estadio Kim Il-Sung. El Juché (autosuficiencia) es la ideología del país y Kim Il-Sung es el fundador del régimen norcoreano.
En la salida del recorrido, unos hombres con traje negro y unas mujeres con el vestido tradicional agitaban ramos artificiales de kimjongilia, la flor nacional bautizada con el nombre del «querido líder» Kim Jong-Il, según imágenes de televisión.
En ausencia del líder Kim Jong-Il, Kim Yong-Nam, jefe de Estado de facto, pasó la antorcha al primer relevista, Park Du-Ik, que formaba parte del equipo norcoreano de fútbol en el Mundial de 1966.
Park se convirtió en héroe nacional al marcar el gol de la victoria ante Italia (1-0) y el paso a los cuartos de final, uno de los mayores éxitos deportivos de Corea del Norte.
«Estoy muy honrado con haber sido designado a mi avanzada edad», declaró Park Du-Ik, de 71 años, citado por la agencia japonesa Kiodo.
El último relevo fue asegurado por Jong Song-Ok, vencedor de la maratón en los campeonatos mundiales de atletismo de 1999, quien concluyó la ceremonia bajo el atronador aplauso de centenares de miles de personas, de acuerdo con la agencia Nueva China.
Ochenta personas fueron seleccionadas para llevar la antorcha, según los medios oficiales norcoreanos.
Los relevistas son «responsables meritorios y atletas reputados que han contribuido al honor de la República Popular Democrática de Corea en competiciones internacionales, trabajadores de diferentes sectores, coreanos del extranjero y extranjeros residentes en el país», precisó la agencia oficial KCNA.
La llama llegó anoche al aeropuerto de la capital, donde la recibieron un millar de estudiantes norcoreanos y chinos reunidos en el aeropuerto, según Nueva China, uno de los contados medios extranjeros autorizados en Corea del Norte.
Mientras que las etapas precedentes, en particular por ciudades occidentales, fueron muy movidas, el vicepresidente del comité organizador norcoreano, Li Chong-Sok, declaró de antemano que Corea del Norte, régimen comunista aliado de Pekín, iba a «dejar estupefacto al mundo» con su gestión del paso de la llama.