Si una empresa de televisión por cable aumenta su tarifa, generalmente los usuarios lo aceptan y no protestan públicamente ni prescinden de ese servicio. Algo similar ocurre con los teléfonos móviles y hasta con la energía eléctrica.
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Pero si alguna corporación edilicia acuerda elevar la tarifa del agua entubada, por mínimo que sea el porcentaje, los usuarios suelen elevar el grito al cielo y hasta se organizan para reclamar colectivamente, sobre todo si el servicio es deficiente.
Traigo a colación estas empíricas consideraciones, a propósito del proyecto de la Municipalidad de Mixco de mejorar este servicio en todas las colonias y comunidades de su jurisdicción. Sin embargo, en vista de que la prestación del servicio de agua dulce es subsidiada, en el sentido de que los usuarios no pagan el precio real que corresponde, ese ayuntamiento no cuenta con los recursos económicos suficientes para financiar la perforación de otros once pozos, como está planificado.
Para fortuna del alcalde Amílcar Rivera y de los vecinos de Mixco que serán favorecidos con el proyecto, la primera dama de la Nación, licenciada Sandra Torres de Colom, abandonó sus colores partidistas y en su calidad de coordinadora del Consejo de Cohesión Social visitó a mediados de la semana anterior al jefe del ayuntamiento mixqueño, acompañada del presidente del Instituto de Fomento Municipal, el ex alcalde escuintleco Juan Alfaro, y de los diputados Juan Carlos Rivera y Cristian Bousinott, con el fin de enterarse de primera mano de las necesidades más apremiantes de ese municipio, y de esa cuenta supo que la escasez de agua potable es uno de sus problemas de mayor envergadura.
Según me comentó el director de Relaciones Públicas de Mixco, Héctor Hidalgo, quien me visitó para ponerme al tanto de este asunto, la señora Torres de Colom se comprometió con las autoridades edilicias mixqueñas a que el Consejo de Cohesión Social, por medio del INFOM, contribuya con una donación de Q40 millones, para financiar el proyecto de mejoramiento del sistema de agua potable.
Esta decisión tiene un doble significado. Por una parte, el beneficio que representará para 300 mil vecinos contar con servicio de agua potable; y, por el otro, esa donación refleja que al Consejo de Cohesión Social lo anima el propósito de trabajar armoniosamente con todas las municipalidades del país, al margen de la organización política que haya postulado a sus autoridades edilicias, como en el caso de Mixco, cuyo alcalde fue elegido con la bandera del Partido Patriota, y quien tuvo la honestidad de reconocer la equidad con que actúa el presidente Colom en lo que atañe a coordinar esfuerzos con corporaciones edilicias, ajeno a banderías políticas.
(Romualdo Tishudo susurra: -De vez en cuando vale la pena lanzar un par de piropos).