Francia y Alemania unen filas


Con un «diálogo intenso» y grupos de trabajo sobre los expedientes más complicados, Francia y Alemania parecen decididos a relanzar el «motor franco-alemán» en la próxima presidencia francesa de la Unión Europea y superar las tensiones entre Angela Merkel y Nicolas Sarkozy.


Ambos paí­ses crearon varios grupos de trabajo de expertos para armonizar las posiciones en temas clave durante la presidencia francesa de la UE, del 1 de julio al 31 de diciembre próximos, según fuentes diplomáticas.

La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, una de las prioridades de la UE, forma parte de estas cuestiones en las cuales Francia y Alemania se comprometieron a trabajar codo con codo para aumentar las posibilidades de lograr un acuerdo entre los 27 a fines de 2008 sobre las medidas legislativas a adoptar.

La agricultura es otro punto clave: los ministros del área de los dos paí­ses afirmaron estar de acuerdo en no permitir que Gran Bretaña imponga su idea de reducir considerablemente el presupuesto agrí­cola de la UE (cerca del 40% de los gastos y cuyo mayor beneficiario es Francia).

Parí­s y Berlí­n también acordaron hablar juntos de seguridad europea, aunque los alemanes todaví­a esperan ver las propuestas detalladas del presidente Sarkozy sobre esa delicada cuestión.

El presidente francés propuso incorporar a su paí­s al mando militar integrado de la OTAN, abandonado por Francia en 1966, con la condición de poder reforzar Europa en materia de defensa.

«Francia prepara su presidencia (de la UE) con un diálogo intenso» con Alemania, explicó el jueves el canciller francés Bernard Kouchner en un discurso en Berlí­n.

«La pareja es sólida» agregó, ante la inquietud de algunos medios alemanes por las intempestivas iniciativas de la presidencia francesa.

Esta preocupación cobró envergadura por la forma en la que Sarkozy habí­a lanzado su proyecto de «Unión para el Mediterráneo», muy mal recibido inicialmente por la canciller alemana Angel Merkel, ya que se concentraba sólo en los paí­ses de la UE con zonas costeras en ese mar y dejada de lado al resto, entre ellos Alemania.

Presionado por Berlí­n, Sarkozy revisó su proyecto e incluyó a los 27 miembros de la UE, con lo que obtuvo la aprobación de la iniciativa en la última cumbre europea de marzo pasado en Bruselas.

«Lo importante es que todo terminó bien. Creo que las cosas se van a arreglar a partir de ahora», afirmó esta semana un alto responsable alemán, subrayando que Berlí­n y Parí­s estaban «de acuerdo para preparar juntos» la presidencia francesa.