Una pregunta persigue a los analistas en la campaña presidencial estadounidense: ¿Por qué el senador Barack Obama no ha podido imponerse en alguno de los estados clave en las primarias demócratas frente a su rival Hillary Clinton?
El senador por Illinois tuvo la posibilidad de fulminar a Clinton el 4 de marzo en Ohio (norte). No lo logró. El martes pasado podía haber puesto punto final a la prolongada competencia para obtener la investidura del Partido Demócrata al vencer en Pensilvania. Clinton lo aventajó en ese estado por 9 puntos.
El análisis del escrutinio en esos dos estados mostró que Obama es extremadamente popular entre los jóvenes, los negros, los que poseen títulos de educación terciaria y las personas de buenos ingresos. Atrae a los nuevos electores y sobre todo a los independientes.
Pero no logra convencer a las mujeres, las personas mayores y los asalariados blancos de bajos recursos.
En Pensilvania, 66% de los obreros blancos votaron por Clinton, mientras que en Ohio lo hicieron el 69%, y esta tendencia se corrobora en casi todos los estados, menos en cuatro: Illinois, Wisconsin, Utah y Vermont.
Según el comando de campaña de la senadora Clinton, ellos constituyen la base del electorado demócrata y sin su apoyo, será difícil para los demócratas acceder a la Casa Blanca en noviembre.
Los recientes comentarios de Obama sobre el «resentimiento» de las clases medias de las pequeñas ciudades estadounidenses que se refugiarían en la religión o las armas de fuego, han sido utilizados hasta la saciedad por Clinton y el candidato republicano John McCain en contra del senador negro.
La ex primera dama y McCain criticaron entonces el «elitismo» de Obama y esa acusación ha calado en los más modestos electores demócratas.
El factor racial también podría servir para explicar la falta de respaldo de una parte del electorado demócrata para quien podría convertirse en el primer presidente negro de Estados Unidos.
«Estoy seguro de que (el factor racial) juega un poco y creo que las personas mayores tienen sobre todo la tendencia a votar por quien les es familiar», afirmó David Axelrod, el principal asesor de Obama.
«Y aquí está un muchacho que se llama Barack Obama, negro, relativamente nuevo. Es un gran cambio» para los electores tradicionales del Partido Demócrata, admitió.
Según sondeos realizados a la salida de las oficinas electorales, 19% de los votantes demócratas en Pensilvania indicaron que la cuestión racial los influenció.
Pero la verdadera importancia del tema racial es difícil de valorar. «La cuestión racial no desaparecerá de la campaña pero creo que no la va a dominar», afirmó Doug Wilder, quien fuera el primer gobernador negro en Estados Unidos.
«Para Obama, el tema racial presenta dos tipos de problemas. Hay electores que no votaron por él simplemente porque es negro y demócratas que no lo apoyaron porque piensan que un negro no puede ganar las presidenciales», estimó Adam Nagourney, jefe del servicio político del diario New York Times.
Medios estadounidenses se preguntan si Obama podría sufrir el «efecto Bradley», nombre del alcalde negro de Los Angeles, Tom Bradley.
En 1982, Bradley encabezaba los sondeos para la gobernación, pero finalmente perdió contra su adversario blanco: los electores se mostraron más dispuestos a sufragar por un candidato negro cuando fueron consultados para los sondeos que cuando se encontraron frente a las mesas de votación.
El candidato a la investidura demócrata Barack Obama lleva una ligera ventaja sobre su rival Hillary Clinton en la primaria de Indiana (norte), según un sondeo publicado hoy por el diario Indianapolis-Star.
El senador de Illinois obtendría 41% de los votos contra 38% para Clinton, es decir tres puntos de ventaja. Pero el margen de error es de más/menos 4,2 puntos, con lo cual ambos candidatos están prácticamente iguales.
La primaria de Indiana está prevista para el 6 de mayo, junto a la de Carolina del Norte (sudeste). Obama es ampliamente favorito en este último Estado, pero tras la victoria de Clinton en Pensilvania, debe ganar también en Indiana si quiere convencer a los «superdelegados» indecisos que también puede ganar en Estados con muchos trabajadores no profesionales.
La primaria será abierta a todos los electores y no sólo a los demócratas.
La buena noticia que reserva este sondeo para Obama es que triunfaría en Indiana en noviembre frente al republicano John McCain (49% contra 41%). En caso del duelo Clinton/McCain los dos candidatos están parejos (46%).