La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) anunció hoy que investigará las acusaciones de que Corea del Norte ayudó a Siria a construir un reactor nuclear, pero criticó igualmente a Estados Unidos por haber retenido esa información durante meses.
El organismo de la ONU también criticó a Israel por haber bombardeado en septiembre pasado el supuesto reactor nuclear sirio, sin haberle dejado la oportunidad de llevar a cabo su propia investigación.
La AIEA subrayó que se tomaba en serio las acusaciones formuladas el jueves por Estados Unidos.
«La Agencia tratará esa información con la seriedad que merece e investigará su veracidad», indicó en un comunicado.
«Siria está obligada por su acuerdo de salvaguarda con la AIEA a dar parte de los planes y de la construcción de cualquier instalación nuclear», añade.
El director general de la AIEA, Mohamed ElBaradei, lamentó no obstante no haber sido advertido «a tiempo» por Estados Unidos, aunque sin mencionar explícitamente a este país.
ElBaradei «deplora que esa información no haya sido comunicada a tiempo a la Agencia (…) para permitirle verificar la veracidad de esas informaciones y establecer los hechos», dijo la AIEA.
«De acuerdo con el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), la Agencia tiene la responsabilidad de verificar cualquier denuncia de proliferación en un estado miembro sin armas nucleares», agrega.
En consecuencia, «el Director General considera que la acción militar unilateral israelí socava el debido proceso de verificación, que está en el corazón del sistema de no proliferación», prosigue el comunicado.
Estados Unidos acusó ayer a Siria de haber construido un reactor nuclear con finalidad militar, contando con la ayuda de Corea del Norte, pero aclaró que Israel bombardeó las instalaciones y las inutilizó en septiembre de 2007.
Siria rechazó tajantemente esas acusaciones y las calificó de «ridículas».
La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, dijo que el reactor planteaba una situación «peligrosa y potencialmente desestabilizadora para la región y el mundo» y que «el régimen sirio debe arrojar luz a los ojos del mundo sobre sus actividades nucleares ilegales».
«Tenemos buenas razones para creer que el reactor (…) no tenía fines pacifistas», agregó Perino.
Un funcionario de los servicios de inteligencia estadounidenses indicó que las instalaciones sirias fueron destruidas por un ataque aéreo israelí el 6 de septiembre de 2007, antes de ser cargadas con uranio.
La AIEA refirió que según los informes que recibió, «el reactor aún no era operativo y no se había introducido en él material nuclear».
Un funcionario estadounidense dijo que Israel había decidido pasar a la acción sin pedir autorización a Estados Unidos. «Israel tomó su propia decisión de actuar. Lo hizo sin recibir luz verde de nuestra parte. Ni la pidió ni se la dimos», aseguró.
Entre las pruebas presentadas, figuran fotografías del supuesto reactor.
Pero el embajador de Siria en Estados Unidos, Imad Moustaphá, ironizó sobre esas evidencias.
«Me mostraron fotografías satelitales ridículas de una construcción en el desierto sirio que aseguraban que era un reactor nuclear. Les dije que es absurdo y estúpido. Ni un solo guardia de seguridad. Ningún cerco alambrado», dijo el diplomático a la cadena televisiva de noticias CNN.
El negociador estadounidense sobre asuntos nucleares con Corea del Norte, Christopher Hill, dijo hoy que la ayuda nuclear que Pyongyang aportó a Damasco ya era algo del pasado.
«Según Estados Unidos, en la actualidad, no hay cooperación (de Corea del Norte) con Siria en ese ámbito», afirmó.