Estados Unidos y Corea del Sur comenzaron hoy maniobras militares conjuntas que según Corea del Norte podrían arruinar los incipientes esfuerzos de acercamiento diplomático entre las partes y desembocar en una guerra en la península coreana.
Tras meses de hostilidad y amenazas, diplomáticos de Estados Unidos y ambas Coreas sostuvieron contactos para reactivar las negociaciones que han estado estancadas desde hace mucho tiempo y que tenían como propósito convencer a Pyongyang para que renuncie a sus ambiciones nucleares.
Sin embargo, con los ejercicios bélicos —llamados Guardián de la Libertad Ulchi, que se efectúan cada año y duran 11 días— Washington y Seúl han puesto de manifiesto que aún consideran una amenaza militar a Pyongyang.
Estados Unidos mantiene 28.500 soldados estacionados de manera regular en Corea del Sur, a fin de disuadir cualquier ataque procedente de Corea del Norte.
Las fuerzas militares de Estados Unidos dijeron que este año se efectuarán maniobras en la península coreana, en el territorio continental estadounidense y en el Pacífico con la participación de poco más de 80.000 efectivos de Corea del Sur, Estados Unidos y siete países que enviaron fuerzas en auxilio de los aliados en la Guerra de Corea, que se libró de 1950 a 1953.
Corea del Norte, que describe las maniobras conjuntas de ambos aliados como preparativos para una guerra, ha advertido desde hace semanas que estas acciones obstruyen la continuación de los esfuerzos diplomáticos tendentes a una distensión mediante el diálogo.
«La RPDC está lista tanto para el diálogo como para la guerra», dijo el martes la prensa estatal de Corea del Norte que utilizó siglas para referirse al nombre oficial del país de República Popular Democrática de Corea.
En un comentario, la Agencia Noticiosa Central Coreana (una estatal norcoreana) afirmó que las maniobras militares muestran que la propuesta de Corea del Sur para un diálogo «no es más que una estratagema cínica para engañar a la opinión pública».