Los superhéroes siguen vivos


En un callejón de Ciudad Gótica, Batman es asediado por un enemigo que acaba de descubrir su talón de Aquiles, pero el hombre murciélago todaví­a es un trazo de carbón sobre el papel de Neal Adams.


Neal Adams posa en su oficina de los Estudios de Continuidad en Nueva York. Adams crea nueve nuevas publicaciones de Batman.

«Esto es top secret», dice sonriendo Adams en su estudio de la calle 39, donde mostró los esbozos de seis nuevos números de Batman que prepara para DC Comics. Y pide no revelar cuál es el punto débil del superhéroe.

La historieta sigue formando parte importante de la vida neoyorquina, donde los superhéroes están asociados al paisaje urbano, con convenciones anuales dedicadas al género y hasta una exposición en mayo en el Metropolitan Museum.

Considerado a los 66 años como una leyenda viviente de la historieta norteamericana, del lápiz de Adams nació la versión «dark» del Batman de los años 70 y muchos otros superhéroes, incluyendo Linterna Verde o Superman.

Pero lo que otros consideran como la era gloriosa de los «comics», para Adams fue simplemente un preludio. «Hoy hay mucha gente por ahí­ haciendo un trabajo fantástico, todo comienza ahora, mi Batman es historia, lo que importa es lo que está pasando ahora con otros creadores».

«En realidad, si uno mira hacia atrás todas esas historietas una por una, el 90% era una porquerí­a, y hoy en dí­a es igual, solo que se produce mucho más», asegura el artista a veces iconoclasta, padre del primer Linterna Verde negro.

Adams dibujó no sólo para DC Comics, sino también para su rival Marvel, la otra gran editorial norteamericana fundada en 1939 en Nueva York y cuna de superhéroes como los Hombres-X (X-Men), el Hombre Araña o Capitán América.

«DC Comics arrancó con un enfoque tradicional, como por ejemplo Superman, mientras que los personajes de Marvel no eran gente perfecta», explica Adams.

La Comic-Con, una convención que reúne anualmente a cientos de profesionales de la historieta, se realizará del 18 al 20 de abril en Nueva York, que desde el siglo pasado ostenta el tí­tulo de capital del género en Estados Unidos.

La relación entre Nueva York, sus rascacielos góticos o art deco, y el mundo de los cómics es tan estrecha que un miembro del Consejo municipal, Hiram Monserrate, propuso el mes pasado darle el apodo oficial de Ciudad Gótica.

Muchos expertos coinciden en que la ciudad de Batman es Nueva York, y más precisamente el sur de Manhattan por la noche, mientras que Metrópolis, la urbe de Superman, serí­a el Midtown neoyorquino durante el dí­a.

Según Adams, Ciudad Gótica o Gotham City serí­a en realidad más bien Chicago, porque, señala, era más corrupta y además «en Nueva York no hay callejones».

«Pero Nueva York es una hermosa ciudad para ambientar los cómics, con su lí­nea de rascacielos, y mucha gente loca, aunque no tanta como antes», dijo.

El Museo Metropolitano de Nueva York y el Costume Institute inaugurarán el 7 de mayo, en presencia del diseñador italiano Giorgio Armani, una gran exposición presentada hasta el 1 de septiembre bajo el tí­tulo «Superhéroes».

La muestra, que estudiará las relaciones entre la moda y la fantasí­a de las historietas, expondrá unos 60 modelos, incluyendo trajes de pelí­culas, de alta costura y ropa deportiva de alto rendimiento.

Según los organizadores, la muestra «pondrá en evidencia cómo la figura del superhéroe es una última metáfora para la moda y su capacidad de dar poder y transformar al cuerpo humano».

«Los cómics, hoy en dí­a, están presentes en todas partes, a veces bajo formas distintas, y pelí­culas como The Matrix, por ejemplo, también pertenecen al universo del cómic», comentó Adams, antes de retomar su dibujo de Batman.