«La chorreó al hablar con Florido de si iba o no a renunciar, si eso es hoy, dentro de tres meses puede llegar con el Presidente a decirle por qué no renuncia, que es un incapaz», dijo el ex canciller Gabriel Orellana Rojas, al comentar las declaraciones del embajador de Holanda Teunis Kamper, quien responsabilizó al Fiscal, Juan Luis Florido por su ineficacia en el combate a la inseguridad y manifestó estar extrañado que el propio Congreso no haya fiscalizado al MP.
El embajador ha puesto en el ojo del huracán a la comunidad internacional. Orellana sostiene que el haberle cuestionado al Congreso de la República su falta de fiscalización sobre el Ministerio Público, sitúa al embajador en clara violación a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
Esa disposición que regula el funcionamiento de una misión diplomática, señala en su artículo 40, inciso 1 que «Sin perjuicio de sus privilegios e inmunidades, todas las personas… deberán respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor. También están obligados a no inmiscuirse en los asuntos internos de ese Estado?»
Según el ex ministro, la Cancillería debe pedirle una explicación al embajador. «A mi criterio cometió una falta grave. O se disculpa o se va. La ofensa realizada es fundamentalmente al Congreso de la República, a los diputados que son la representación nacional», afirmó.
Revuelo en el Congreso
De igual forma, diputados de diversos bloques coincidieron en señalar la intromisión del diplomático en asuntos internos.
La diputada Nineth Montenegro, de Encuentro por Guatemala, dijo estar muy extrañada por esas opiniones. «Si yo hubiera criticado a un funcionario en ese país, de seguro me habrían expulsado, las decisiones internas son decisiones de Estado, por lo tanto creo que es un abuso que personas como el señor Kamper vengan a decir qué o quiénes son los funcionarios que deben renunciar a sus cargos por inoperantes», agregó.
La legisladora dijo, en cuanto a la fiscalización del Legislativo, «es este organismo y sus representantes quienes deben decidir dónde y cuándo pedir cuentas al Fiscal»
Por su parte, el legislador César Emilio Fajardo, de la UNE, hizo énfasis en que las declaraciones del diplomático holandés son desafortunadas por cuanto que la toma de decisiones solamente corresponden a las autoridades guatemaltecas. «Debemos recordarle al embajador Teunis Kamper que en nuestro país se guarda respeto a los diplomáticos, pero Guatemala es libre, soberana e independiente y por lo tanto las críticas u opiniones en contra de algún funcionario solamente corresponde a los propios connacionales. «Si el fiscal Juan Luis Florido no ha logrado un trabajo al ciento por ciento no es asunto de extranjeros», dijo
Coincidentemente, el representante Arístides Crespo Villegas, del Frente Republicano Guatemalteco y actual Primer Vicepresidente del Congreso, calificó de falta de respeto las declaraciones del diplomático. «Cualquier decisión que se tomara al respecto tendría que ser adoptada por nuestras propias autoridades y no por personas extranjeras como en el presente caso», dijo Crespo al hablar de la renuncia del Fiscal General.
Crespo estimó que cualquier información, fiscalización o interpelación es un deber y un derecho de cada uno de los l58 diputados, siempre que lo estime conveniente.
Finalmente, el ex presidente del Legislativo, Rubén Darío Morales Véliz, del PAN, al criticar la decisión del diplomático nórdico recordó que ese país fue uno de los que más criticó la falta de voluntad política para la creación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, CICIG, ofreciendo además, el apoyo financiero para el funcionamiento de esa institución; sin embargo, esa ayuda aún se sigue esperando a pesar de que la CICIG ya está funcionando. «Si bien es cierto que el Congreso debe fiscalizar al Ministerio Público, ese país, agregó Morales Véliz, debe concentrarse mejor en la labor que lleva a cabo la CICIG que ellos mismos apoyaron», enfatizó.
Inclinan la balanza
Según los analistas, la Comunidad Europea inclina la balanza dependiendo de quien se encuentre gobernando. «La actitud de algunos representantes de la Unión Europea demuestra un doble estándar, a Portillo lo criticaron, de Berger no dijeron nada, pero con Colom es otra cosa», dijo Orellana Rojas.
El ex canciller comentó que hay ciertos temas en los que conforme a los patrones de la Carta Democrática Americana se cuenta con la legitimación para que la comunidad internacional intervenga, pero también hay sus limitaciones. Yo entiendo que el gobierno holandés ha hecho esfuerzos por ayudar a Guatemala en diversos aspectos; sin embargo, el embajador la chorreó, reiteró.
Mientras tanto, los legisladores recordaron la beligerancia que la comunidad internacional tuvo durante la administración de Alfonso Portillo, en particular de la embajadora de Suecia, María Leissner, quien fue una fuerte crítica de la gestión Portillista.
La Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, señala en su artículo 40, inciso 1 que «Sin perjuicio de sus privilegios e inmunidades, todas las personas que gozan de esos privilegios e inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor. También están obligados a no inmiscuirse en los asuntos internos de ese Estado».
Agrega en el inciso 2 que «Todos los asuntos oficiales de que la misión esté encargada por el Estado acreditante han de ser tratados con el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado receptor por conducto de él, o con el Ministerio que se haya convenido».
Nineth Montenegro.
Diputada.
Gabriel Orellana Rojas.
Ex Ministro de Relaciones Exteriores.