Maúl: El empleo evita problemas sociales


Hugo Maúl, analista económico del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales.

Estimaciones apuntan que el 80% de la población económicamente activa de Guatemala trabaja en el sector informal; la cifra podrí­a incrementarse de continuar el flujo de deportaciones y la recesión económica en Estados Unidos.

Javier Estrada Tobar
lahora@lahora.com.gt

El Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) dio a conocer el contenido del estudio que desde el año pasado realiza sobre la economí­a informal en el paí­s, a la que se atribuye una producción equivalente al 30 por ciento del producto interno bruto.

Hugo Maúl, experto en economí­a, indicó que en un escenario de recesión económica como el que se espera próximamente en el paí­s, los í­ndices de desempleo y subempleo sufrirán un incremento considerable.

«Las personas que regresan deportadas de EE. UU. tienen muy pocas posibilidades de obtener un empleo (…) también la desaceleración de la economí­a tiene por consecuencia el desempleo, en tanto estas personas van a optar por vender productos en la calle o conseguir trabajos informales», señaló el analista.

De acuerdo con Maúl, los sectores informales permiten que Guatemala no tenga problemas sociales más graves, ya que a través del autoempleo los ciudadanos tienen acceso a los recursos para poder subsistir y mantener a sus familias.

Rigor legislativo

Enrique Ghersi, experto internacional en economí­a informal, señala que la legislación mercantil es el principal impedimento para que los pequeños empresarios y los productores informales se beneficien de la organización comercial.

«El alto costo que representa para un microempresario cumplir con todos los requerimientos legales y tributarios le quita la posibilidad de obtener ganancias» indica Ghersi.

Según Maúl, es necesario reacondicionar la legislación para facilitar el acceso de los comerciantes informales a su constitución legal, mientras tanto es necesario que las municipalidades faciliten las condiciones para trabajar a los grupos informales de cada región, a cambio de que éstos se comprometan a cuidar del entorno urbano.

«Tiene que haber un consenso para que el sector informal pueda superarse, ya que de él dependen miles de familias» concluyó Maúl.