El magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi, líder de la derecha, se perfila como el vencedor de las elecciones legislativas de Italia, según los primeros sondeos a boca de urna divulgados hoy.
Berlusconi obtendría el 42% de los votos contra el 40% de su principal rival, el líder del Partido Democrático (PD) y ex alcalde de Roma, Walter Veltroni.
Los sondeos fueron divulgados pocos minutos después del cierre de las urnas a las siete de la mañana (hora de Guatemala) por la empresa especializada Piepolo para las cadenas de televisión Sky y TG24, y la radiotelevisión estatal Rai.
En el porcentaje favorable a Berlusconi se contabilizan los votos de la Liga Norte (federalista y populista) y de un movimiento autónomo siciliano.
En el Senado acapararía el 42,5% de los votos, contra el 39,5% de Veltroni.
En la Cámara de Diputados, la coalición de derecha obtendría el 42% contra el 40% de la izquierda, según los mismos sondeos.
Hace falta ganar en las dos cámaras del Parlamento para poder gobernar en Italia.
La ventaja para la derecha en el Senado no implica necesariamente que haya obtenido la mayoría en esa cámara alta debido a la compleja ley electoral, que atribuye un premio importante al partido o a la coalición vencedora en función de las mayorías regionales.
No se descarta que el resultado cambie o que se llegue a un eventual empate, por lo que habrá que esperar a que concluya el cómputo de todas las papeletas para establecer quién es el verdadero ganador.
Si los sondeos se confirman, sería la tercera vez que el magnate de las comunicaciones, de 71 años, regresa al poder.
Berlusconi, que no fue reelegido en el 2006 por un puñado de votos, trabajó incansablemente como líder de la oposición contra el gobierno de centro izquierda liderado por Romano Prodi, quien perdió su mayoría en el Senado y cayó tanto sólo dos años después de su llegada al poder.
Veltroni y el recién fundado PD, que ha movilizado a cientos de italianos prometiendo «reformas serenas», alcanza un resultado importante, convirtiéndose en la primera fuerza política del país, un dato clave para el futuro de Italia.
La decisión de Veltroni de presentarse en solitario con el PD, una fusión de católicos progresistas y ex comunistas, sin el apoyo de la coalición variopinta con la que el centro izquierda gobernaba, parece haber sido premiada por el electorado, con un número de votos mayor al que pronosticaban los sondeos hace dos semanas.
Otro partido que según los sondeos a boca de urna obtendría un resultado notable es la Liga Norte, el movimiento federalista y populista de Umberto Bossi, que alcanzaría entre el 5% y el 7%, contra el 4,5%, y se convertiría en el eje de la balanza del tercer gobierno de Berlusconi.
Berlusconi, que prometió recortes de impuestos y un relanzamiento económico, al contrario que en otras ocasiones, anunció «medidas impopulares» y «sacrificios» para reactivar la economía, deprimida por la falta de crecimiento, los salarios bajos y el alto costo de la vida.
La tasa de participación fue del 82,4% en las votaciones para la Cámara de Diputados, según las estimaciones, un punto porcentual menor que en el 2006.