Alejándose de las asperezas de Washington para visitar estados cruciales en sus aspiraciones a la reelección, el presidente Barack Obama viajará a la región centro-norte tras meses de frustraciones por un enfrentamiento con los republicanos y la degradación de la calificación crediticia del país.
La gira de Obama en autobús, la primera que hará como presidente, comenzará el lunes y lo llevará a comunidades rurales en Minnesota, Iowa e Illinois, con escalas en los pueblos donde inició su primera campaña en busca de la Casa Blanca.
El ex gobernador de Illinois presumiblemente dirá a sus públicos que coincide con sus frustraciones por las vacilaciones en el gobierno federal.
«Lo que hemos visto en Washington en los últimos meses ha sido la peor clase de partidismo, la peor clase de estancamiento, y ese estancamiento ha socavado la confianza del público y ha obstaculizado nuestros esfuerzos por dar los pasos que necesitamos para nuestra economía», dijo el presidente el jueves en Michigan. «Ha empeorado la situación en vez de mejorarla».
Obama ganó claramente en el 2008 en Iowa, Minnesota, Wisconsin, Illinois y Míchigan, una región que ha apoyado a los candidatos presidenciales demócratas desde el 2000, excepto por la estrecha victoria de George W. Bush en Iowa en el 2004.
Pero la situación de Obama en estos estados, al igual que en los demás, se ha debilitado con la depresión económica.
En tres de esas entidades hay ahora gobernadores republicanos y la tasa de aprobación de Obama, según Gallup, oscila en un 50% en la mayoría de la región.
«Tenemos un presidente que consiguió una degradación en la calificación crediticia de nuestro país, y eso se debe sencillamente a que nuestro presidente no sabe cómo liderar ni cómo robustecer una economía», afirmó el aspirante republicano Mitt Romney en un debate en Iowa el jueves.
Romney y sus rivales republicanos culpan a Obama por el crecimiento del déficit federal y la degradación crediticia por parte de Standard and Poor’s, la primera en la historia de Estados Unidos.
A nivel nacional, la tasa de aprobación de Obama es comparable a la del presidente Ronald Reagan en agosto de 1983. Pero recientes encuestas de Gallup indican que esa tasa oscilaba entre el 44% y el 49% en diez estados observados atentamente por sus asesores políticos, incluidos Iowa, Pensilvania, Virginia y Florida.
La aceptación de Obama también ha declinado entre los independientes, que le ayudaron a ganar en estados tradicionalmente republicanos como Indiana y Carolina del Norte.
«La nación se encuentra en un estado de indignación increíble», observó el encuestador demócrata Stan Greenberg.