Los 30 tripulantes del velero de lujo francés «Le Ponant», secuestrados hace una semana frente a Somalia, fueron liberados «sin incidentes», anunció hoy el presidente francés Nicolas Sarkozy, sin precisar las condiciones de la operación.
«El presidente de la República anuncia la liberación de los 30 rehenes, 22 de ellos franceses, del velero «Le Ponant», frente a las costas somalíes», indicó un comunicado del palacio del Elíseo, sede de la Presidencia.
Según una fuente militar francesa, la liberación de los rehenes fue obtenida por la negociación y sin intervención armada.
«No hubo intervención armada, la liberación se logró al término de una negociación con los secuestradores», precisó la fuente.
Poco antes, cuando se anunció la liberación de la tripulación, la Presidencia expresó «la profunda gratitud» del presidente de la República «a las fuerzas armadas francesas y a todos los servicios del Estado que permitieron un desenlace rápido y sin incidente de esta toma de rehenes»».
El Elíseo había anunciado que los detalles de la liberación sólo serían precisados después de una entrevista entre Sarkozy y las familias de los ex rehenes, programada este viernes para las 17H00 locales (15H00 GMT).
De su lado, el canciller Bernard Kouchner afirmó que Francia organizará el regreso «en cuanto sea posible» de la tripulación del velero.
«Vamos a organizar su regreso a Francia en cuanto sea posible», declaró el ministro al tiempo que saludaba «el feliz desenlace» en un comunicado publicado poco después del anuncio de su liberación por la presidencia de la República.
Por otra parte, Kouchner estimó que «la comunidad internacional debe movilizarse para luchar enérgicamente contra los actos de piratería en la región del Golfo de Adén y frente a las costas somalíes», sobre todo en el marco de la ONU.
Las costas somalíes son conocidas como una de las zonas con mayor presencia de piratas, que asaltan a los navíos para apoderarse de sus cargamentos u obtener rescates a cambio de la liberación de su pasaje.
«Le Ponant», que viajaba sin pasajeros, había sido asaltado frente a las costas de Somalia por piratas que retenían a unos 30 tripulantes.
Los piratas se apoderaron del velero de lujo a la entrada del Golfo de Adén y lo condujeron luego hacia el sur, por las costas nororientales de Somalia.
El domingo, después de navegar durante más de 48 horas y recorrer casi 200 millas, vigilado a distancia por una unidad de la marina francesa, el velero había anclado frente a la costa somalí al sur de la provincia semiautónoma de Puntland, sin que estuviera claro si esa era la base de los piratas o si se trataba de una parada temporal.
En ese momento, el gobierno francés anunció un primer «contacto» con los piratas, mientras en París, el presidente Nicolas Sarkozy convocaba una reunión de crisis junto a su primer ministro, Franí§ois Fillon, el canciller Kouchner, el jefe del Estado Mayor y un representante del ministro de Defensa.
Importantes medios militares habían sido desplegados en torno a la embarcación, en las inmediaciones de las costas somalíes: la fragata «Jean Bart», que había tomado el relevo del destructor «Commandant Bouau», helicópteros y comandos de la marina, agregó.
Un equipo de élite de la gendarmería francesa había partido a Yibuti, donde debía mantenerse listo para intervenir si las negociaciones con los piratas que retenían el velero francés fracasaban, había afirmado una fuente cercana al caso.