La CIA, la Guerra Frí­a, los proyectos de desarrollo y los intereses norteamericanos en Guatemala (Quinta Entrega)


La Reunión de Caracas independientemente de la intervención del Canciller Guillermo Toriello fue un éxito para la Casa Blanca, recibió el respaldo casi unánime de Latinoamérica, se veí­a como una especie de cheque en blanco para lo que vendrí­a a suceder tres meses más tarde. Sin embargo, el 19 de abril el Servicio de Inteligencia del Departamento de Estado concluyó que Caracas no habí­a debilitado al Gobierno de Guatemala ni conformado una oposición unificada contra él, con eso la suerte estaba echada y la operación de la CIA etiquetada como PB Success para derrocar al Gobierno de Arbenz concebida desde 1952-53, tení­a luz verde.

Mario Castejón

Cuatro Embajadores de la Casa Blanca pasaron por Guatemala durante los Gobiernos de la Revolución: Boas Long acreditado por Roosevelt durante el Gobierno de Ubico quien el dí­a de la inauguración de Arévalo le comentó acremente a su dentista cuando se dirigí­a al Congreso de la República: «Este hombre va arruinar a su paí­s», obviamente su relación con Arévalo no fue la mejor. El siguiente fue Edwin Kyle Jr, Embajador de Truman un ex Decano de la Escuela Agrí­cola de Texas, declarado amigo de Guatemala por Arévalo recibió de éste la Orden del Quetzal. Le sucedió Richard Patterson Jr también enviado de Truman quien por el contrario enfrentó al Gobierno y tuvo que ser retirado aparentando enfermedad para evitar ser declarado «Non Grato». Con Eisenhower fue enviado Rudolph Schoenfeld y por último cuando llegaron los tiempos duros echaron mano de un halcón de la Casa Blanca: John Emil Peurifoy, un hombre que se comportaba como un mensajero Imperial, con la suficiencia de un Procónsul Romano y la rudeza de un cowboy.

Peurifoy llegó a Guatemala el 27 de octubre de 1953 y, de entrada, tuvo en sus manos el who is who de la polí­tica. Se moví­a fácilmente en los cí­rculos de poder y se tomó su tiempo para analizar la composición de los mandos castrenses, más que un diplomático era un operador polí­tico que se manejaba sin intermediarios con la CIA, uno de esos hombres que pensaban que el fin justifica los medios. Habí­a sido cuidadosamente seleccionado para coordinar las relaciones entre el Departamento de Estado y la CIA en medio de un conflicto de la Guerra Frí­a y cuando intereses norteamericanos se veí­an amenazados.

Peurifoy se matriculó en West Point sin poder continuar y luego no pasó el examen del Servicio Exterior, poseí­a de sobra inteligencia, pero no tení­a la formación necesaria. Rondando los cí­rculos gubernamentales en Washington se inició como ascensorista del edificio del Departamento de Estado llamando la atención del entonces subsecretario Dean Achesson quien lo hizo su Asistente Personal para luego ser nombrado Secretario Asistente Administrativo. Se matriculó en la Facultad de Leyes de la Universidad George Washington y por estar en el lugar y en el momento adecuado, además de su forma de ser directa y expeditiva fue enviado a Grecia como Embajador, su misión era no dar tregua a los comunistas y fortalecer la posición de los Estados Unidos. Su éxito en Grecia movió al Secretario de Estado Foster Dulles para enviarlo a Guatemala como el hombre que se necesitaba para el puesto cuando la operación PB Success estaba en camino. Era un hombre que se salí­a del rí­gido patrón diplomático, su afición por la velocidad y los automóviles deportivos era conocida. Su sobrenombre de Packing Pistol Jack le fue dado por lucir su pistola en una funda sobaquera, la cual no tení­a empacho en enseñar.

Peurifoy se entrevistó con el presidente Arbenz en una cena ofrecida en la Embajada hasta el 16 de diciembre de 1953. Al inicio de la conversación Arbenz mencionó sus dificultades con la UFCO y lo poco que ésta le tributaba al paí­s. Su Gobierno le dijo tení­a un presupuesto de 70 millones de dólares y recolectaba unos 150 mil en impuestos. Peurifoy dio cuenta y razón de lo hablado con Arbenz en una entrevista sostenida posteriormente con un medio norteamericano diciendo: «Le dije, yo creo que debemos poner las cosas primeras primero», esas palabras de lo primero es lo primero lo caracterizaron ante la Prensa como un hombre directo, «mientras los comunistas ejerzan su influencia como al presente en el Gobierno de Guatemala yo no veo esperanzas de mejores relaciones». Terminó diciendo a los periodistas: «Yo regresé convencido que si el Presidente no es un comunista seguramente lo será adelante… para corroborar esto el 11 de enero de 1954, dijo a un corresponsal de Times: «Nosotros no permitiremos que una República Soviética sea establecida entre Texas y el Canal de Panamá.

El proyecto PB Success un criptónimo que significaba Presidential Board Success nació en 1953, iba dirigido a derrocar al Gobierno de Arbenz apoyando a una fuerza de exiliados al mando del Coronel Carlos Castillo Armas que con el respaldo de la CIA y los Gobiernos de Honduras y Nicaragua, y con la participación de otros grupos de exiliados desde El Salvador y México. Para asegurar el éxito del proyecto la CIA consideró siempre la capacidad de maniobra del Embajador Peurifoy, debilitando la posición gubernamental al sembrar la duda en el Ejército, mientras se creaba una corriente de opinión favorable y se magnificaba el poder de la fuerza expedicionaria alardeando del respaldo de los Estados Unidos. Peurifoy conocí­a la capacidad de la operación de la CIA desde Opaloka, Florida hacia un Aeródromo Bodega en la Zona del Canal. De allí­ se trasladaba el equipo hasta Honduras en donde se entrenaban los hombres de Castillo Armas. Sabia que el Ejercito de Guatemala podrí­a derrotarlos si combatí­a unificado y por eso su misión, en parte, era impedir que lo hiciera.

(continuará)