Las conmemoraciones del décimo aniversario del acuerdo del Viernes Santo, que puso fin a la guerra entre católicos y protestantes, no contaron con la participación de algunos de los principales actores en este conflicto, limitándose a una conferencia el jueves en Belfast.
Este acuerdo, suscrito el 10 de abril de 1998 entre los unionistas, partidarios de mantener la unión de Irlanda del Norte y Gran Bretaña, y los republicanos, partidarios de la unificación de Irlanda, cambió la historia de la provincia, instaurando la paz entre enemigos históricos.
Alcanzado tras tres décadas de enfrentamientos, que dejaron 3.000 muertos, el documento recibió el visto bueno del Sinn Fein (brazo político del Ejército Republicano Irlandés IRA), del Partido Unionista del Ulster y del Social Demócrata y Laborista (SDLP).
El presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, que puso su firma en el acuerdo que propuso la devolución de una parte del gobierno central a la Asamblea de Irlanda del Norte, es uno de los participantes en la conferencia de Belfast.
Pero otros actores claves en estas largas negociaciones no asistieron, entre ellos el ex presidente estadounidense Bill Clinton, padrino de las conversaciones.
El ex mandatario desistió a último momento, prefiriendo ayudar a su esposa, Hillary Clinton, en su campaña para la candidatura demócrata a la presidencia estadounidense.
El primer ministro británico, Tony Blair, que se había trasladado a la sede de las negociaciones en el castillo de Stormont junto a su homológo irlandés, Bertie Ahern, con el compromiso de no salir hasta que se firmara la paz, no asistió tampoco al acto conmemorativo.
La conferencia de Belfast, que aspira a atraer capital privado para desarrollar el Ulster, cuenta con la presencia del primer ministro irlandés, Bertie Ahern, que afirmó el jueves que la paz ha permitido la transformación de la provincia.
Irlanda del Norte se ha transformado en un lugar «vibrante, moderno y pacífico», declaró Ahern, que dejará su cargo el próximo 6 de mayo.
«Por supuesto falta mucho por hacer» pero es «justo que nos detengamos hoy a reflexionar sobre todo lo que hemos logrado», declaró el líder irlandés.
«Espero y ruego para que todos en esta isla vivan siempre bajo la luz que nos iluminó un día como hoy hace diez años», afirmó.
El ex senador estadounidense George Mitchell, que fue el mediador de las negociaciones, y el general retirado canadiense John de Chastelain, quien supervisó el desarme del Ejército Republicano Irlandés (IRA), participan en los actos conmemorativos.
También asistieron a la conferencia de Ulster algunas figuras que participaron en las negociaciones, entre ellas el premio Nobel de la paz, John Hume, así como el líder del Partido Unionista del Ulster (UUP, tercera formación de la provincia), Reg Empey.
El reverendo Ian Paisley, líder del Partido Democrático Unionista (DUP), que no firmó el acuerdo que sentó las bases del proceso de paz en Irlanda del Norte, no participó en las conmemoraciones.
Paisley, el «Doctor No» de la política norirlandesa, afirmó que iba a boicotear el acto, ya que el único acuerdo que considera válido es el de Saint Andrews (Escocia 2006), que sentó las bases para la formación del actual Ejecutivo de poder compartido.