El presidente del Congreso, Eduardo Meyer, ordenó hacer un diagnóstico del tablero electrónico instalado en el hemiciclo y del equipo digital que costó 7 millones y medio de quetzales. Las autoridades del Legislativo consideran que dicho tablero no ha rendido como se esperaba, pues no se puede votar a través de huella digital.

Hoy y mañana un equipo técnico, acompañado de representantes de la empresa que vendió el equipo al Congreso, realizará una serie de pruebas en presencia del primer secretario, Roberto Alejos, a quien Meyer designó para establecer las principales deficiencias y posteriormente rendir un informe a Junta Directiva.

«Por el momento no se ha hecho ninguna inversión, pero estamos seguros que habrá que gastar en darle mantenimiento al equipo, porque no podemos dejar perder 7.5 millones de quetzales», dijo Meyer, quien considera prudente hacer las erogaciones necesarias para modernizar el hemiciclo con el equipo adquirido durante la administración del diputado Jorge Méndez Herbruger.

Las quejas en torno al tablero electrónico y a la toma de huellas digitales han redundado sobre la lentitud del sistema, además de las fallas constantes en sonido. Además, el tablero es desconectado cuando el pleno se encuentra en la aprobación de leyes importantes, algo que para la oposición es sólo una muestra del manipuleo que se hace cuando las leyes quieren ser aprobadas sin quórum.

La asistencia a las sesiones plenarias se toma a través de la huella digital de los parlamentarios. El tablero también describe el número de congresistas con permiso para no asistir, pero no es funcional al momento de la votación, por lo que levantar la mano sigue siendo la forma de apoyar una normativa.