Las personas con este diagnóstico cursan con preocupación y ansiedad frecuente, acerca de los muchos acontecimientos o actividades en la vida.
crismodenesi@gmail.com
La causa exacta de esta enfermedad se desconoce, pero se sabe que la existencia de factores biológicos y genéticos tiene un papel importante. Las situaciones estresantes de la vida o el comportamiento desarrollado a través de modelos de aprendizaje.
El trastorno puede comenzar en cualquier momento de la vida, incluso en la niñez. Y el trastorno es más frecuente en mujeres que en hombres.
El trastorno de ansiedad generalizada tiene los siguientes síntomas:
* Ansiedad y preocupación excesivas que están por fuera de la proporción de la situación
* Dificultad para controlar la preocupación
* Inquietud o sentirse agitado o «con los nervios de punta»
* Fatigarse con facilidad
* Dificultad para concentrarse
* Irritabilidad
* Tensión muscular, dolores de cabeza, temblores
* Alteraciones del sueño (dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido, inquietud, sueño insuficiente)
* Sudoración excesiva, palpitaciones, dificultad para respirar y síntomas gastrointestinales
El tratamiento puede involucrar medicamentos ansiolíticos y el uso de antidepresivos. La psicoterapia cognitiva conductual, ayuda a los pacientes a identificar pensamientos que contribuyen al desencadenamiento de la ansiedad.
Técnicas de relajación, realización de ejercicio de manera cotidiana, ayudan a manejar los síntomas de ansiedad.
El trastorno puede continuar y ser difícil de tratar, pero la mayoría de los pacientes ve mejoría con medicamentos y psicoterapia
Las personas que sufren de Trastorno de Ansiedad Generalizada pueden desarrollar otros trastornos psiquiátricos, como el trastorno de pánico o depresión. Además, el abuso de sustancias o la farmocodependencia puede convertirse en un problema si la persona trata de automedicarse con fármacos o alcohol para aliviar la ansiedad.
En el diagnóstico es importante descartar que los síntomas de ansiedad no sean debidos a la ingesta de algún tipo de sustancia ansiogénica: cafeína, anfetaminas o una enfermedad médica (hipertiroidismo por ejemplo).
El trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) es mucho más de lo que una persona normal con ansiedad experimenta en su vida diaria. Son preocupación y tensión crónicas aún cuando nada parece provocarlas. Las personas con este trastorno anticipan en sus pensamientos un desastre, frecuentemente preocupándose excesivamente por la salud, el dinero, la familia o el trabajo. Sin embargo, el motivo de la preocupación es difícil de focalizar. El simple hecho de pensar en afrontar el día puede provocar ansiedad.