El Juzgado Octavo de Primera Instancia Penal presidió esta mañana una audiencia de ampliación de declaración de una mujer que es acusada del delito de parricidio cometido contra un niño de seis meses de edad, quien perdió la vida por quemaduras provocadas por agua hirviendo.
En la acusación del Ministerio Público (MP) consta que la sindicada derramó agua hirviendo en su hijo con «premeditación».
Milton Durán, fiscal a cargo del caso, refirió que entre las pruebas que la fiscalía tiene para plantear la acusación se encuentra la declaración de dos de los hijos de la sindicada, quienes manifestaron que eran maltratados por la ahora procesada y que vieron cuando derramó el agua hirviendo en la criatura.
Declaración
Por su parte María Ruiz Ampérez, sindicada del citado ilícito, solicitó por medio de su defensa una ampliación de declaración respecto a la acusación que plantea el MP en su contra por la muerte del menor de sus hijos.
Durante su declaración, la acusada manifestó que el día de los hechos se encontraba en su lugar de trabajo cuando recibió una llamada en la que le indicaban que su hijo «había sufrido un accidente». Ruiz añadió que en esa fecha pidió permiso para retirarse del restaurante de comida rápida en el que laboraba.
Con lágrimas en los ojos, la sindicada argumentó que al llegar a su casa una de sus hijas le explicó que iba a «prepararle una pacha al bebé» y que eso había provocado las quemaduras.
Con su declaración, Ruiz pretendía reformar el delito de parricidio a homicidio; sin embargo, la jueza Marta Sierra de Stalling declaró improcedente dicha solicitud y ordenó que la procesada debe continuar en prisión. El próximo lunes el MP presentará la acusación formal contra la sindicada y solicitará que sea enviada a juicio penal.