Rubén Quib Caal, ex kaibil implicado en la masacre de once personas en Zacapa, solicitó la presencia de un traductor de idioma durante la audiencia de esta mañana en la que se dilucidaría su situación jurídica. Dicha petición retrasó la audiencia por más de dos horas.
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Fue tarea de la Defensa Pública Penal contactar al intérprete que acompañaría la posible declaración del sindicado, quien dijo que sólo habla quekchí.
Con más de una hora de anticipación a la diligencia fue trasladado Quib Caal del Centro Preventivo para Hombres de la zona 18 hacia el sótano de la Torre de Tribunales. A las 9:50 ingresó al juzgado de turno donde conversó por una hora con su defensora. Minutos después se informó que no se celebraría la audiencia sin el traductor.
Estela Juárez, de la Fiscalía del Ministerio Público (MP) Contra la Narcoactividad, indicó respecto a la solicitud del sindicado que éste formó parte del Ejército nacional y que para ello «debía entender el castellano».
Sindicación
Quib Caal fue detenido el pasado domingo en una vivienda ubicada en el barrio Cementerio Nuevo, Zacapa. Ahí se localizó evidencia vinculada a la organización de narcotraficantes que participaron en la matanza ocurrida en el balneario La Laguna, una semana antes. El ahora sindicado argumentó que se encontraba en esa vivienda porque había sido contratado para cuidarla.
El acusado es sindicado de los delitos de tenencia ilegal de arma de fuego y tenencia ilegal de municiones para armas de fuego.
En el allanamiento realizado para capturar a Quib Caal, el MP localizó armas de asalto, entre ellas un fusil AR-15, municiones, tolvas, cargadores de teléfono y una moto; así como credenciales mexicanas, un carné de identificación tributaria, material para empacar droga y un gorro pasamontañas.
Dos exhumaciones
La fiscal Juárez explicó además que se han efectuado las exhumaciones de las dos personas que fallecieron calcinadas durante el enfrentamiento en el balneario La Laguna; esto para extraer cabellos, uñas y piel de las víctimas y enviarlas hacia México para ser analizadas.
La fiscalía busca confirmar las identidades de las personas calcinadas, ya que fueron reclamadas por sus familiares y así obtuvieron los nombres preliminares. Esas diligencias se han practicado en Morales y Tucurú a Arnold Norberto Mejía Rosales y Mario René Alvarado.