China urgió a Estados Unidos a apoyar su postura en la crisis en Tíbet y a distinguir «la verdadera naturaleza» del Dalai Lama, durante una reunión en Pekín entre el canciller chino, Yang Jiechi, y el secretario norteamericano del Tesoro, Henry Paulson.
Según informó hoy la prensa oficial china, Jiechi instó a Paulson a respetar la «verdad» sobre lo que ocurrió durante las violentas protestas que estallaron en Tíbet hace tres semanas.
«China espera que Estados Unidos vea claramente la verdadera naturaleza de la camarilla del Dalai Lama, respete la verdad, distinga entre el bien y el mal, y comprenda y apoye la postura justa del gobierno y el pueblo chinos», dijo Yang, citado por la agencia China Nueva.
Durante el encuentro con Paulson celebrado ayer, el canciller explicó la versión de Pekín sobre las revueltas en Lhasa.
Yang insistió en que las medidas adoptadas por el gobierno chino «de acuerdo con la ley» no sólo habían sido apoyadas por el pueblo chino, sino que, además, habían permitido una mayor «comprensión y respaldo de una mayoría de países en el mundo», según China Nueva.
Paulson, el primer responsable estadounidense de alto rango que visita Pekín desde que empezaron las protestas, sacó ayer a colación esta sensible cuestión, en su primer día de esta visita que finalizará hoy.
«Como pueden imaginar, he expresado nuestra preocupación por la violencia y he urgido a una solución pacífica a través del diálogo», declaró Paulson a la prensa tras reunirse con el presidente chino, Hu Jintao.
Durante una conversación telefónica con su homólogo chino, el presidente estadounidense ya había expresado su inquietud por la forma en que Pekín lidió con las revueltas.
Los líderes tibetanos en el exilio cifran entre 135 y 140 el número de muertos a manos de las autoridades chinas. Pekín defiende en cambio que actuó en todo momento con moderación y atribuye a los manifestantes la muerte de 20 personas.
La calma relativa que reina ahora en Tíbet llevó hoy a las autoridades chinas a anunciar la reapertura de Lhasa a los turistas a partir del 1 de mayo.
«El comité del Partido del Tíbet decidió que Lhasa será reabierta a los turistas a partir del 1 de mayo, tanto para los turistas chinos como para los extranjeros», declaró un responsable de la Oficina de turismo de Lhasa.
Pero China tiene otros frentes abiertos en estos momentos. Tras haber sido blanco de las críticas de la comunidad internacional por su actuación en Tíbet, Pekín trató hoy de salir al paso de las críticas que le acusan de haber intensificado la represión contra los disidentes antes de los Juegos Olímpicos.
«No podemos aceptar esta acusación. China es un país de leyes. Todos son iguales ante la ley, no es posible dejar de aplicar la ley a causa de los Juegos Olímpicos», declaró la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Jiang Yu.
Organizaciones de defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional acusaron a China de intensificar la represión contra las voces detractoras antes de los Juegos de Pekín de este verano boreal.
La justicia condenó hoy al disidente Hu Jia a tres años y medio de prisión por subversión. Esta es la segunda sanción severa contra un opositor en China a cuatro meses de la cita olímpica.