EL RETROVISOR


DOLOR

Varios centenares de fieles, entre ellos muchos jóvenes italianos y extranjeros, se encontraban aún en la Plaza de San Pedro en un dí­a como hoy del 2005, cantando y rezando al alba, tras haber velado toda la noche bajo las ventanas de los apartamentos del papa Juan Pablo II, que viví­a sus últimos momentos.


La muchedumbre compacta de unos 70 mil creyentes que permanecí­a en la Plaza desde el viernes se fue aclarando a medida que pasaban las horas, pero todaví­a eran muchos los jóvenes presentes en la madrugada en esta explanada, iluminada por potentes proyectores. El Papa habí­a partido a los brazos del señor.