La crisis política desatada en Costa Rica por la presunta vinculación de políticos locales con la guerrilla y el narcotráfico colombianos no amaina pese a la destitución del ministro de Seguridad Pública, Fernando Berrocal, quien, no obstante, ha manifestado su deseo de hablar del tema en el Congreso.
Berrocal dijo este martes que está dispuesto a comparecer ante una Comisión Especial Legislativa que analizará las denuncias.
Berrocal fue cesado de su cargo de manera sorpresiva el pasado domingo por el presidente Oscar Arias, un día antes de que en su calidad de ministro tuviera que comparecer ante la Asamblea Legislativa.
La destitución de Berrocal provocó todo tipo de especulaciones, desde quienes aseguran que el gobierno buscaría ocultar relaciones de políticos del partido oficial con las FARC, hasta quienes aseguran que Berrocal era un obstáculo para las alianzas del gobierno para aprobar leyes asociadas al TLC con Estados Unidos.
También hubo quienes llamaron la atención de que el presidente Arias se hubiera reunido el sábado con el anterior ministro de Seguridad, Rogelio Ramos, quien en reiteradas ocasiones fue responsabilizado por Berrocal de una blanda política migratoria hacia chinos y colombianos y por «escasos» decomisos de drogas.
Berrocal se preguntó el lunes por qué «mientras nosotros capturábamos toneladas (de cocaína) otros capturaban kilitos».
Entretanto, la Fiscalía costarricense dijo que en 2006 se enteró de que la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), adscrita al ministerio de la Presidencia, tenía conocimiento de la presencia desde «hacía varios años» de colombianos relacionados con las Fuerzas Armas Revolucionarias de Colombia (FARC) que residían en Costa Rica.
Dicha información no fue comunicada a la Fiscalía para que pudiera dar los pasos legales requeridos, indicó un comunicado oficial del Ministerio Público.
Aunque el gobierno de Arias dijo que Berrocal carecía de informacion que involucrara a políticos locales con las FARC y el narcotráfico y que por eso fue cesado, el ex ministro negó esa versión.
«Eso es una contradicción. Si yo hubiera ido a la Asamblea Legislativa y mi comparencia no tiene ningún impacto, ni pruebas sólidas, me podrían haber botado hoy o me hubieran pedido mi salida del gobierno hoy (no el domingo)», dijo Berrocal la noche del lunes a un canal de la televisión local.
El ex ministro insistió en que durante la pasada administración, del Partido Unidad Socialcristiana (PUSC, derecha) -ahora aliado al gobernante Partido Liberación Nacional (PLN)-, se dio refugio a unos 12.000 colombianos, muchos de los cuales eran parte de la estructura de las FARC y el narcotráfico.
Berrocal sugirió que altos funcionarios de esa administración, como el ex ministro de Seguridad (Rogelio Ramos), también deberían acudir a declarar ante el Congreso.
El lunes, los diputados acordaron integrar una comisión que se encargue de investigar el tema.
El escándalo de las FARC estalló luego de que la inteligencia colombiana, tras la muerte del ex numero dos de la guerrilla, Raul Reyes, el 1 de marzo, dio información a Costa Rica que se encontraba en la computadora del jefe guerrillero.
Con esa información se localizaron 480.000 dólares en una caleta de la residencia de dos catedráticos universitarios costarricenses, y luego Berrocal aseguró que había políticos del país envueltos con las FARC y el narcotráfico, lo que desató el polvorín político.