La antorcha olímpica emprendió hoy en Medeu, una estación de esquí situada cerca de Almaty, en Kazajistán, la primera etapa de un periplo que la llevará por 19 países y será la ocasión de numerosas manifestaciones contra el régimen de Pekín.
El presidente kazajo Nursultan Nazarbayev corrió el primer tramo, unas decenas de metros, para entregar la llama a Bajyar Artayev, campeón olímpico de boxeo en Atenas 2004, que en agosto desfenderá su título en los Juegos Olímpicos de Pekín.
«En este magnífico día, les felicito a todos por este acontecimiento histórico, el paso por primera vez de la antorcha olímpica por nuestra patria», proclamó el jefe de Estado en la pista de patinaje de Medeu, escenario de competición emblemático de la época soviética.
«El hecho de que Almaty sea, después de Pekín, la primera etapa (del paso de la llama) muestra las relaciones de amistad con nuestro poderoso vecino, la República Popular de China», subrayó Nazarbayev, cuyo país proporciona unos diez millones de toneladas de petróleo cada año al gigante chino ávido de energía.
Debido al estricto control de las autoridades kazajas de cualquier manifestación pública de disidencia, no se preveían protestas contra la represión china en Tíbet durante esta primera etapa.
Después de Medeu, la llama debía llegar a Almaty, ciudad que cruzará con gran pompa y bajo fuertes medidas de seguridad que incluyen el despliegye de 4.500 policías. Las autoridades gastaron 2,5 millones de dólares para organizar este acontecimiento.
Unas 80 personalidades de esta ex república soviética de Asia Central se relevarán para llevar la antorcha, entre ellos muchos deportistas, pero también artistas y políticos. Cada uno correrá con la llama unos doscientos metros, protegido por una decena de guardaespaldas. La circulación fue prohibida en todas las grandes avenidas de la capital económica de Kazajistán.
El paso de la llama por Almaty marca la primera etapa de un periplo de 137.000 km que la llevará por 19 países, siguiendo por Turquía el jueves y San Petersburgo y Londres durante el fin de semana.
Grupos protibetanos y otros activistas han anunciado que planean realizar protestas en etapas clave de la llama olímpica, entre ellas la de Londres el 6 de abril, París el 7 y San Francisco, única etapa en Estados Unidos, el 9.
Otros puntos de posibles manifestaciones incluyen Nueva Delhi el 17 de abril. El gobierno chino ya ha discutido con India acerca de las medidas de seguridad.
En India, donde vive el Dalai Lama, líder espiritual de los tibetanos, se encuentra también la sede del gobierno tibetano en el exilio.
Las protestas en la capital tibetana, Lhasa, comenzaron el 10 de marzo con ocasión del aniversario del levantamiento fallido de 1959 contra la ocupación china. Las manifestaciones de marzo degeneraron en disturbios en Lhasa y se extendieron a otras provincias chinas con minorías tibetanas.
Según Pekín, los manifestantes mataron a 18 civiles y dos policías. Según los líderes tibetanos en el exilio, la represión china de las protestas dejó unos 140 tibetanos muertos, cerca de mil heridos e innumerables detenidos.