La OTAN abrió, hoy, en Bucarest una difícil cumbre bajo presión del presidente estadounidense George W. Bush para reforzar la misión en Afganistán y abrir las puertas de la Alianza Atlántica a Ucrania y Georgia, pese a la ira que esa propuesta provoca en Rusia.
En un discurso pronunciado en la Caja de Ahorro rumana antes de la apertura de esta tercera cumbre de la Alianza en un país del ex bloque comunista -luego de Praga (2002) y Riga (2006)-, Bush instó a la OTAN a ofrecer a Georgia y Ucrania un «camino claro» para su adhesión.
«Aquí en Bucarest, debemos dar a entender claramente que la OTAN saluda las aspiraciones de Georgia y Ucrania de convertirse en miembros de la OTAN, y ofrecerles un camino claro para alcanzar ese objetivo», dijo Bush, recordando la posición de Estados Unidos a favor de que la Alianza Atlántica reciba a ambos países en el Plan de Acción con vistas a la adhesión (MAP).
La apertura de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) a Georgia y Ucrania divide profundamente a la Alianza, y varios países, encabezados por Francia y Alemania, tienen serios reparos en aceptar esas candidaturas, que también rechaza Rusia.
Mientras en el caso de Ucrania se pone en duda el verdadero apoyo de los ciudadanos ucranianos a la adhesión, Georgia está confrontada a graves problemas de separatismo pro ruso en las regiones de Abjasia y Osetia del Sur.
El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, indicó el miércoles que la OTAN no tenía «ninguna razón imperiosa de envenenar aún más las relaciones con Rusia», ya tensas luego de que varios países de Occidente reconociesen la independencia de la provincia serbia de Kosovo.
En la misma sintonía, el primer ministro francés, Franí§ois Fillon, había manifestado claramente el martes la desaprobación de su país a las candidatura de Ucrania y Georgia, en nombre del «equilibrio de fuerzas en Europa y entre Europa y Rusia».
Los aliados están de acuerdo en cambio en invitar formalmente a adherir a Albania y Croacia, que se sumarían a la alianza en un año, elevando a 28 el número de sus miembros.
Otro candidato, Macedonia, cumple con todas las condiciones requeridas, pero tiene pocas esperanzas de obtener esa invitación a raíz del veto de Grecia, que impide desde 1981 el reconcimiento internacional de su vecino bajo ese nombre, al que considera parte de su patrimonio histórico nacional.
En su discurso del miércoles por la mañana, Bush pidió por otra parte a los países de la OTAN que envíen más tropas a Afganistán, recordando la decisión estadounidense de enviar más de 3.000 marines adicionales a ese país, así como la anunciada por Francia de reforzar su presencia.
«Pedimos a otros países que también aporten efectivos adicionales. La amenaza terrorista es real, es mortífera, y vencer a este enemigo es la principal prioridad» de la OTAN, afirmó.
Bush también propuso una cooperación estratégica de un «nivel sin precedentes» entre Rusia y la OTAN, que incluya bases de la ex Unión Soviética en la defensa antimisiles de Europa.
«Creemos que esas instalaciones podrían ser incorporadas a un sistema más amplio de detección de amenazas», lo que «podría dar lugar a un nivel de cooperación estratégica sin precedentes entre Rusia y la Alianza» Atlántica, explicó.
La OTAN tiene previsto mantener el viernes una reunión inédita con el presidente saliente ruso Vladimir Putin, con quien tratará temas polémicos, entre ellos el despliegue de ese escudo antimisiles en Polonia y República Checa.
La cumbre se llevará a cabo en el Palacio del Parlamento de Bucarest, delirante obra del ex dictador rumano Nicolae Ceausescu y considerado el segundo edificio más grande del mundo después del Pentágono, con una superficie total de 350.000 metros cuadrados.
El gobierno rumano ha previsto un gran operativo de seguridad en torno del edificio, en Bucarest y en otros puntos sensibles del país, con el despliegue de 23 mil hombres.