Mensajes sexuales lo alejan del puesto


Alexander Stubb, canciller finladés, debió salir del cargo por el escándalo sexual en donde se involucran unos mensajes de texto y una bailarina.

El sexagenario jefe de la diplomacia finlandesa, Ilkka Kanerva, fue obligado hoy a renunciar por haber hostigado con mensajes electrónicos SMS de carácter sexual a una bailarina erótica de strip-tease.


La bailarina Johanna Tukiainen recibí­a los mensajes de parte del canciller.

Tras semanas de escándalo, su fuerza polí­tica, el Partido Conservador, finalmente decidió retirarle su apoyo.

«Kanerva no cumplió su promesa de evitar mezclar su vida privada con su vida polí­tica», declaró en conferencia de prensa el jefe de ese partido, Jyrki Katainen.

Katainen anunció de inmediato la nominación de un diputado europeo de 40 años, Alexander Stubb, para que lo reemplace en el ministerio.

Personaje vistoso de la vida polí­tica finlandesa, Kanerva comenzó por negar los hechos publicados en un diario finlandés, pero confesó finalmente los hechos el 10 de marzo al margen de un consejo europeo en Bruselas.

Reconoció que envió SMS de carácter sexual, entre 150 y 200, según la prensa finlandesa, a Johanna Tukiainen, de 29 años, quien vive en Estados Unidos y con quien sostuvo un encuentro en enero pasado en el gran norte finlandés.

También escribió SMS a la hermana de Johanna y las fotos de las dos hermanas en bikini, dos rubias despampanantes, fueron aprovechadas ampliamente por la prensa.

«Me bombardeó de SMS», dijo la bailarina, precisando que los mensajes de su admirador eran «sugerentes» e incluí­an invitaciones a cenar.

La revista de variedades «Hymy» publicó el martes 24 de los SMS.

«Â¿Te gustarí­a hacerlo en un lugar excitante? ¿Que podrí­a ser?», dice uno de los mensajes.

Kanerva es reincidente. Hace tres años, este padre de dos hijas, separado de su mujer, habí­a sido tema de la prensa por enviar SMS a jóvenes modelos.

El renunciante ministro era sin embargo considerado como uno de los pesos pesados de la polí­tica finlandesa y se mencionaba como posible candidato a la presidencia del paí­s.

Miembro del parlamento desde hace 33 años por el conservador Partido de la Coalición Nacional, fue cuatro veces ministro. Era ministro de Relaciones exteriores desde marzo de 2007.

Apodado Ike, habí­a celebrado con gran pompa en su bastión electoral su 60º aniversario el 28 de enero pasado, dejando de lado para la ocasión una reunión ministerial de la UE sobre Kosovo.

Durante semanas, el primer ministro del gobierno de centro derecha Matti Vanhanen y el jefe del Partido Conservador le guardaron la confianza. Pero con la publicación de los SMS, la presión era ya muy fuerte.

«Muchos ya tení­an dudas cuando fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores, a causa de su agitada vida», reconoció Katainen. «Tuvo su última oportunidad. Es un asunto de credibilidad», agregó.

Es la primera vez que un ministro de Relaciones exteriores renuncia en Finlandia por un escándalo personal.

El nombramiento este martes de Stubb fue decidido por unanimidad en el Partido Conservador, miembro de la coalición gubernamental de centro-derecha desde las elecciones legislativas de marzo de 2007.

En Finlandia los partidos nombran a los ministros una vez decidida la repartición de las carteras entre los miembros de la coalición.

Stubb fue elegido en 2004 al Parlamento europeo.

Antes habí­a sido consejero de relaciones institucionales en Bruselas y consejero europeo del presidente de la Comisión europea de la época, Romano Prodi.