Durante esta campaña electoral se discutió mucho acerca del camino que debe seguirse para asegurar una inclusión equitativa de las mujeres en los cargos públicos. Dos de las de las principales propuestas lanzadas fueron la implementación de medidas de discriminación positiva, que establezcan cuotas de participación y la conformación de un gobierno paritario.
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La conformación de Gobiernos paritarios ha sido una experiencia exitosa en otros países. España y Chile son los principales ejemplos. Otros países como Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Venezuela han impulsado reformas para establecer una participación mínima de las mujeres en los puestos de elección popular.
Catalina Soberanis, ex presidenta del Congreso, indicó al respecto: «Apoyo las acciones positivas. Visibilizan más a las mujeres en la medida que hay un mínimo en los cargos de elección popular, pero otro elemento es que acostumbran a la mujer en el ejercicio de los cargos públicos, y permiten tener una experiencia que no es propiciada desde la familia y la escuela. Los cambios culturales son más lentos y a veces se requiere de generaciones»,sostuvo.
Claudia López, politóloga e integrante de la publicación El Observador, también señaló que las cuotas de poder pueden ser herramientas que agilicen la incorporación de más mujeres en la política: «Hasta el momento solamente la URNG y el Partido de Los Verdes, tienen explícitamente cuotas de participación, y me parece que la UNE está en un proceso de inclusión de mujeres. Todavía es una cuestión muy difícil para las mujeres tener acceso a los puestos de decisión interna». López agregó que para equipar la participación de los hombres y las mujeres en la vida política del país, es necesario que también se compartan los roles domésticos: «Todavía es un reto, no solamente de la institucionalidad política y electoral, es cultural. Hay que trascender las fronteras que nos dividen en dos esferas: la esfera pública y la esfera privada; la pública para los hombres, y la privada para las mujeres. Se ha ido permeando más a lo público para las mujeres, pero no en lo privado para los hombres», subrayó.