Dalai Lama pide calma


El Dalai Lama, lí­der espiritual de los tibetanos, pidió hoy calma a sus discí­pulos, ante los enfrentamientos que se han dado en contra de China.

El Dalai Lama pidió hoy, desde su exilio en India, calma en Tí­bet y «buenas relaciones» con China, y amenazó con renunciar a su función de jefe espiritual del budismo tibetano si se degrada la situación, que afirmó no controlar.


Manifestantes tibetanos frente al Comité Olí­mpico Internacional, en Ginebra, critican el silencio de esta institución ante los conflictos en China.

Según el gobierno tibetano en el exilio, la agitación prosigue, y hoy las fuerzas de seguridad mataron a 19 manifestantes tibetanos en la provincia china de Gansu, con lo cual el balance de ví­ctimas fatales de los disturbios se eleva a 99. El gobierno chino sólo reconoce 13 muertos.

Chinos y tibetanos necesitan vivir «lado a lado», dijo el Dalai Lama, quien llamó a sus compatriotas a evitar la violencia y reiteró que no es su intención presionar para que su patria se independice de China.

«Tenemos que construir buenas relaciones con los chinos», dijo el lí­der espiritual del budismo tibetano a periodistas en Dharamsala, en el norte de India, donde vive exiliado desde 1959 y donde se encuentra la sede del gobierno tibetano en el exilio.

«No debemos desarrollar sentimientos antichinos. Tenemos que vivir juntos, lado a lado», afirmó. «La independencia es algo fuera de discusión», agregó.

El premio Nobel de la Paz, de 72 años, replicaba así­ tanto a sectores tibetanos radicales que reclaman la independencia como al gobierno chino, que lo acusó nuevamente de estar detrás de los disturbios.

«No cometan actos de violencia, está mal. La violencia es contraria a la naturaleza humana. La violencia es casi un suicidio. Incluso si un millar de tibetanos sacrifican sus vidas, no servirá para nada», enfatizó.

Sin embargo, el Dalai Lama afirmó no estar en posición de decir a los tibetanos que viven bajo el régimen chino que «hagan esto o aquello».

«Este movimiento escapa a nuestro control», dijo en referencia a las protestas antichinas de la semana pasada en ese territorio himalayo, que degeneraron en disturbios y provocaron una dura represión.

«Si las cosas escapan a todo control, la opción es renunciar», amenazó.

«Si se calman la pasiones por ambos lados, podremos trabajar», añadió.

El Dalai Lama dejó hace años de reivindicar la independencia de Tí­bet y adoptó una visión calificada de «ví­a intermedia», que consiste en reclamar una simple autonomí­a cultural para su paí­s.

El lunes, el Dalai Lama condenó el «régimen de terror» y el «genocidio cultural» impuestos por China en Tí­bet, aunque se opuso a los llamamientos al boicot de los Juegos Olí­mpicos de Pekí­n, de agosto próximo.

Antes de que el Dalai pusiera su renuncia en la balanza, el primer ministro chino, Wen Jiabao, dijo que China sólo mantendrá contactos con el Dalai Lama si éste renuncia a sus ambiciones independentistas, al tiempo que lo acusaba de la ola de violencia.

«Tenemos las pruebas, y los hechos demostraron que estos incidentes fueron fomentados y organizados por la pandilla del Dalai Lama», dijo Wen en Pekí­n, sin más precisiones.

El Dalai Lama invitó a a las autoridades chinas a reunirse con él para investigar estas acusaciones.

«Vengan, por favor, investiguen los hechos. Los chinos pueden venir e inspeccionarlo todo», afirmó el lí­der religioso.

El lí­der espiritual tibetano ha negado en repetidas ocasiones las acusaciones chinas de que defiende el independentismo e insiste en que sólo pide un alto grado de autonomí­a para Tí­bet.

Pero su polí­tica «intermedia» -que combina autonomí­a con no violencia- le ha valido crí­ticas crecientes de los exiliados tibetanos más jóvenes y más radicales.

«Admití­ que (esa polí­tica) no logró llevar resultados positivos a Tí­bet», afirmó el Dalai Lama, aunque consideró que las exigencias de independencia total no son realistas.

«Les pregunté cómo lograr la independencia y no recibí­ respuesta», dijo el Dalai Lama al referir sus discusiones con los exiliados tibetanos radicales.

Reflexión


Los responsables polí­ticos que tienen previsto asistir a los Juegos Olí­mpicos de Pekí­n deberí­an plantearse cancelar su viaje si la represión de las autoridades chinas prosigue en Tí­bet, afirmó el presidente del Parlamento Europeo, el alemán Hans Gert Pottering.

«Si esta represión continúa, los responsables polí­ticos que quieran ir a China para la apertura de los Juegos Olí­mpicos, como yo mismo, deberí­an preguntarse si este viaje refleja una actitud responsable», declaró el Presidente conservador a la radio alemana.

«Debemos mantener todas las opciones abiertas», agregó.

Pottering dijo esperar de las autoridades chinas «una señal» sobre el hecho de que «se tomarán más en serio y dejarán de perseguir» los derechos humanos, la democracia y los militantes de los derechos civiles.

Los enfrentamientos entre manifestantes y las autoridades chinas en Tí­bet dejaron 13 muertos, según las autoridades de Pekí­n, mientras que el gobierno tibetano en el exilio estima esa cifra en al menos un centenar.

El mundo del deporte se opone a un boicot de los Juegos Olí­mpicos en Pekí­n, que se celebrarán en agosto, al estimar que no servirí­a para solucionar el problema y en cambio «castigarí­a a los atletas».