Yo derribé a Saint-Exúpery


El avión del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, el autor de la célebre obra «El Principito», cuya desaparición en 1944 no fue nunca aclarada, fue abatido por un caza alemán cuyo piloto reveló los hechos 64 años después.


«Todo ocurrió en Toulon», reveló a la AFP el alemán Horst Rippert, piloto de la Luftwaffe durante la Segunda Guerra Mundial.

«Volaba por debajo de mí­, mientras efectuaba yo una misión de reconocimiento en el mar. Vi una insignia, viré hacia un lado para colocarme detrás de él y lo derribé», explicó Rippert, de 88 años.

El avión cayó al agua. «Al piloto nunca lo vi», aseguró Rippert.

Fue el 31 de julio de 1944. Ahora, 64 años después de la misteriosa desaparición de Saint-Exupéry, Rippert cuenta los hechos en una obra que se publicará en Francia el 20 de marzo.

«Si hubiese sabido que era Saint-Exupéry, no le habrí­a abatido jamás», reconoció el ex piloto de la Lufwaffe, quien añadió que no supo hasta mucho tiempo después que era el responsable de la desaparición del escritor.»En nuestra juventud todos lo leí­amos y adorábamos sus libros», reveló.

La resolución del misterio de Saint-Exupéry y la localización de Rippert, que posteriormente fue periodista del segundo canal de la televisión alemana, ZDF, fue posible gracias a una larga investigación realizada por el submarinista marsellés Luc Vanrell, y por el fundador de la Asociación de Búsqueda de Aviones Perdidos Durante la Guerra, Lino von Gartzen.

La historia ha sido escrita en un libro por Vanrell y por el periodista Jacques Pradel, que lleva el tí­tulo «Saint-Exupéry, el último secreto».

La misteriosa desaparición del escritor motivó todo tipo de hipótesis hasta que un pescador marsellés encontró en 1998 una pulsera con el nombre «Saint-Ex» en su red de pesca.

Dos años más tarde, Vanrell encontró los restos de un avión Lighting como el que pilotaba el escritor. En 2003, tras sacar del mar los trozos del avión, el número de serie del aparato reveló que se trataba del avión de Saint-Exupéry.

Junto al aparato del autor de El Principito se encontraron también restos de un avión Masserschmitt alemán y las investigaciones apuntaron hacia ese paí­s.

«Pueden dejar de buscar. Fui yo quien derribó a Saint-Exupéry» dijo Rippert cuando fue contactado por Lino von Gartzen.

Saint-Exupéry partió del norte de la isla de Córcega el 31 de julio de 1944 a bordo de un Lightning P38 para realizar una misión de reconocimiento y observación fotográfica para preparar el desembarco en Provenza. Pero nunca regresó a la base.

Los restos del aparato están actualmente expuestos en el Museo del Aire y del Espacio de Bourget, cerca de Parí­s.