Falta actitud de más compromiso polí­tico


Miguel íngel Sandoval.

Miguel íngel Sandoval, ex candidato presidencial de URNG-Maiz, considera que la reforma del Estado se ha abordado con mucha superficialidad y no se ha tomado conciencia de la necesidad de contar con instituciones que respondan a las necesidades de la Guatemala de hoy.


¿Es necesario el replanteamiento de qué Estado queremos los guatemaltecos?

Sí­. El problema consiste en la debilidad institucional que tenemos. Por ejemplo, existe un Ministerio Público que sólo resuelve el 2% de delitos, una Corte de Constitucionalidad que falla en torno al sabor de los chicles y el colmo de la superficialidad la encontramos en la elección de magistrados al TSE; si analizamos los propuestos, no hay un solo politólogo, no hay un sociólogo, filósofo, hay dos o tres ex fiscales del Ministerio Público y ex contralores, pareciera ser que vamos a perseguir delitos y deudas poco claras cuando lo que necesitamos es un ente regulador del proceso electoral.

¿Debe impulsarse el replanteamiento del Estado mediante una reforma constitucional?

No. Debe impulsarse una polí­tica de desarrollo económico que supere la inequidad, desigualdad y que exista un adecuado funcionamiento institucional. Los guatemaltecos no encuentran empleo y quienes lo tienen no logran el ingreso suficiente que les permita una mejor calidad de vida, las ví­ctimas demandan solución a sus problemas y todo ello no se logra con una reforma constitucional, debe impulsarse un plan de desarrollo económico agresivo que genere empleo y mejores condiciones de vida.

¿Podrí­a ser una alternativa el diálogo convocado?

El diálogo por el diálogo no nos lleva a ningún lugar. No existe una agenda, metodologí­a y objetivos bien definidos, no están claros los actores. Plantean que los Consejos de Desarrollo tengan un papel predominante en las propuestas, pero ellos dependen de los caciques y los polí­ticos con más peso, entre ellos los gobernadores departamentales. Además si los acuerdos no son vinculantes, repetiremos lo que se ha hecho desde Cerezo.

¿Entonces qué hacer?

Debemos analizar la debilidad institucional general. Los partidos polí­ticos no tienen categorí­a de partidos, son agrupaciones en torno a un caudillo, a un señor o una señora, no tienen expresión programática, ideológica, no tienen un programa polí­tico, los polí­ticos firman compromisos pero los acuerdos no avanzan. Falta una actitud de más compromiso de los polí­ticos y que el Ejecutivo asuma como propios los objetivos de una negociación polí­tica, de lo contrario es fácil decir que vayan a contar todas sus penas. El diálogo es un mecanismo para solucionar conflictos con estrategia, táctica y actores.