Las descripciones de suicidios explícitos y gráficos en las películas se triplicaron de 1950 a 2006, de acuerdo con un análisis a las películas con mayores ingresos en Estados Unidos.
El estudio del Centro de Políticas Públicas Annenberg de la Universidad de Pennsylvania, fue publicado en el número de agosto de Archives of Suicide Research. No encontró diferencias en las imágenes más explícitas de suicidios entre las películas con clasificación PG-13, que sugieren la supervisión de los padres para espectadores menores de 13 años, y las películas de clasificación R, que requieren la supervisión para menores de 17.
El autor principal del reporte Patrick E. Jamieson dijo que, aunque es imposible establecer una relación causal, la triplicación de los suicidios entre los adolescentes de Estados Unidos de 1960 a la fecha ha coincidido con el aumento en las escenas de suicidios en las películas. Los resultados, basados en un análisis a las 855 cintas con mayores ingresos, divulgados el martes, indican la necesidad de una investigación mayor para revisar los efectos de los suicidios en el cine entre las audiencias de adolescentes, concluyeron los autores.
«También sabemos que la exposición a suicidios retratados en películas se correlaciona con las ideas de que no se puede obtener un tratamiento efectivo para los problemas de salud mental», dijo Jamieson. «Hay algo bastante malo con el sistema de clasificación de películas que le pone la clasificación PG-13 a una película que podría contener una descripción explícita y gráfica de un suicidio».
La clasificación PG-13 de la Asociación Cinematográfica Estadounidense significa que se recomienda la supervisión de los padres para que los chicos menores de 13 años vean esas cintas y que parte del filme podría ser inapropiado para niños más pequeños. La clasificación R significa que la admisión a las películas está restringida y que cualquier menor de 17 años necesita ir acompañado de sus padres, o algún tutor, para verla.
Los investigadores revisaron las 30 películas más vistas en Estados Unidos de forma anual de 1950 a 2006. Establecieron una escala para calificar qué tan explícita era la descripción del suicidio en las 855 cintas que hacían referencia a ellos, yendo los suicidios sugeridos al retrato completo del acto.
De 1968 a 1984, las películas clasificadas como R por la asociación tenían cinco veces más comportamientos suicidas explícitos que aquellas con clasificación G (para las audiencias generales) y PG (con supervisión sugerida). La categoría PG-13 se estableció en 1985, pero el reporte descubrió que las películas PG-13 y R tienen pocas diferencias cuando se trata de la descripción de suicidios.
Se intentó establecer contacto con la asociación sin obtener respuesta el martes.