Despierta Tecún


Muere Tecún

Muere en solitario

muere que por Olintepeque tus guerreros corren

y por Ostuncalco tus valientes huyen.

Luis Fernández

Muere Tecún

Y arrastra en tu silencio el grito centenario

el llanto de tu pueblo errante por su tierra

ajeno en sus montañas, extraño en sus barrancos

Muere Tecún

Que lengua foránea se escucha en la sierra

que el bosque repite palabras intrusas

con otros sonidos cantan los cenzontles

y voces extrañas captan los venados

Muere Tecún

Que ondean al viento vistosos pendones

de sangre y de oro, de cruces y leones

y bestias montadas recorren las tierras

al paso soberbio del brioso galope.

Muere Tecún y descansa

recuesta en la arena tu noble cabeza

que un toque de sangre que no vaya al rí­o

estampe con marca de fuego las plumas de jade

en el pecho abierto del ave nahual.

Que flote en el aire tu postrer suspiro

y lo eleve en sus alas esa ave esmeralda

y el último grito de tu pecho herido

arribe a los cielos y un dí­a regrese

vestido de lluvia de mayo

Muere Tecún y no despiertes

que como neblina se esfuma el recuerdo

y con el olvido vuelves a morir.

Despierta otro dí­a

cuando el quinto sol alumbre tus volcanes

y aguas cristalinas por el Xequijel transcurran.

Cuando un nuevo aliento como de huracanes

renueve la masa con otro maí­z

despierta aquel dí­a en que los blasones de León y Castilla

se hilvanen hermanos

con los estandartes del reino quiché.