Una firma californiana, sospechosa de haber violado la reglamentación de seguridad sanitaria y maltratado el ganado, realizó un llamado para recuperar cerca de 65 mil toneladas de carne bovina, el mayor retiro registrado en la historia de Estados Unidos.
La decisión fue adoptada el domingo por la sociedad Hallmark/Westland Meat Packing, con sede en California, y se refiere a lotes de carne bovina cruda y congelada producida después del 1º de febrero de 2006, precisó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
La empresa californiana suministraba carne a toda una red de establecimientos escolares públicas, así como a grandes cadenas de supermercados.
El mayor retiro anterior de carne del mercado se remonta a 1999, cuando se retiraron 16 mil toneladas de carne.
La empresa tomó la iniciativa de retirar la carne del mercado después de un control de servicio federal de inspección sanitaria de alimentos (FSIS) que concluyó que el ganado «no había sido objeto de una inspección completa y adecuada», especialmente antes del abatimiento, indicó el Departamento de Agricultura.
Las actividades de Hallmark/Westland fueron interrumpidas por el FSIS y el gobierno federal suspendió sus contratos alimentarios con la sociedad, precisó el domingo el secretario de Agricultura estadounidense, Ed Schafer.
Una parte de los lotes ya había sido consumida, pero las autoridades federales minimizaron el impacto sanitario en caso de consumo de esta carne y aseguraron que no se registró ningún caso de intoxicación alimentaria en las escuelas abastecidads por la empresa.
«Se trata de un llamado claramente diferente de los que llamamos «de clase I», que son motivados por un riesgo cierto para la salud, como por ejemplo, los alimentos contaminados por la bacterias Escherichia coli, listeria o las salmonelas, explicó ayer el Dr. Kenneth Petersen, del Departamento de Agricultura, en la red de televisión CNN.
En este caso, «creemos que la carne es sana, pero era importante que hiciéramos el llamado y que los padres supieran que hemos retirado estos productos de circulación de las escuelas», comentó el médico.
Las autoridades suspendieron las actividades de la empresa implicada tras haber recibido en forma anónima una cinta de video que mostraba las condiciones particularmente crueles en que era sacrificado el ganado.
«Hemos hecho una investigación porque la cinta mostraba que el tratamiento de los animales era totalmente inaceptable», informó Petersen.
Se trataba de vacas lecheras enviadas al sacrificio cuando, según el video, no se podían sostener en pie.
«Esos animales no fueron correctamente inspeccionados y el trato que sufrían era inhumano», expresó Petersen.
Las reglas sanitarias federales establecen que todo bovino incapaz de tenerse en pie o de desplazarse por sus propios medios debe ser retirado de la cadena alimentaria, debido a los peligros de contaminación con bacterias, y a fin de detectar una eventual encefalopatía espongiforme bovina (ESB o enfermedad de la vaca loca).
«Unos 800 mil bovinos fueron examinados en los últimos años y sólo dos entre ellos arrojaron resultado positivo, y aun así se trataba de animales nacidos antes de la prohibición» de harinas animales, recordó Petersen. «Si bien no se puede decir que el riesgo de ESB es nulo en Estados Unidos, lo cierto es que es muy, muy bajo», aseguró.
La secretaría de Agricultura de Estados Unidos había afirmado el domingo que era «muy poco probable» que los animales que pasaron por ese matadero «constituyan un peligro de ESB debido a las numerosas precauciones» que se han establecido.
Dr. Kenneth Petersen
Departamento de Agricultura