Estatua de Yoda en California es una «meca» para fanáticos


yoda

Cerca del puente Golden Gate se encuentra otro hito apreciado por un pequeño pero ferviente grupo de viajeros: una réplica de tamaño natural de Yoda, el maestro de la Fuerza de George Lucas.

Por GARANCE BURKE SAN FRANCISCO / Agencia AP

Desde que la estatua del sabio Jedi se levantó en medio de los jardines del parque el Presidio en 2005, los fanáticos de La Guerra de las Galaxias han hecho una peregrinación para tomarse fotos con su querido personaje y visitar la elegante sede de Lucasfilm Ltd.

Dado el enorme impacto de la franquicia no sólo en la cultura pop, sino en la industria del turismo, la diminuta fuente de Yoda es sólo uno de los lugares de filmación y sitios especiales que visitan los acólitos de La Guerra de las Galaxias. Otros son la casa de Luke Skywalker, en el desierto de Túnez, pirámides en Guatemala y una villa toscana frente a un lago.

Para la familia Van Zweiten de Oploo, Holanda, una parada para ver al maestro de orejas puntiagudas era parte clave de sus vacaciones de verano en Estados Unidos.

«La guí­a holandesa, decí­a ‘amarla, usted hará’, y decidimos que tení­amos que venir», dijo Tom Van Zwieten, un abogado fiscal que también ha visitado otro sitio de rodaje en Tenerife, y que crió a sus hijos mientras veí­an las trilogí­as de la saga cinematográfica.

En «El Imperio Contraataca», Yoda forja la confianza de Luke para aprovechar la Fuerza, un campo de energí­a que los Jedis utilizan para realizar hazañas sobrenaturales. «Desaprender debes lo que has aprendido», le dice el maestro a Luke. «Seres luminosos somos, no esta materia bruta. La Fuerza a tu alrededor debes sentir».

Algunos visitantes de este rincón del parque, flanqueado por enormes palmeras y eucaliptos, esperan absorber este tipo de lecciones a través de la proximidad con la estatua, colocada encima de una fuente.

«Yoda es la fuente de sabidurí­a y dignidad de toda la trilogí­a», dijo el aficionado Dale Tolosa, de 37 años, un actor subempleado que a menudo se viste como un soldado explorador de La Guerra de las Galaxias con su cofradí­a de la Legión 501, una organización internacional de fans que se disfrazan con réplicas de las vestimentas de los personajes. «Es casi como si fuera un sí­mbolo religioso o la Estatua de la Libertad, o una representación de toda la fantasí­a positiva que George Lucas ha traí­do al mundo desde 1977».

Tolosa y su hermano mayor, Matt —vestido con la túnica del padre de luke, Anakin Skywalker_, también han visitado muchos otros lugares de filmación, y están planeando un viaje al Valle de la Muerte, donde el personaje R2D2 (conocido en varios paí­ses latinoamericanos como «Arturito») cruzó las dunas de arena.

Gus López, un coleccionista de La Guerra de las Galaxias en Seattle, quien dirige un museo en lí­nea de objetos de colección de la saga, ya ha estado allí­, así­ como en la fuente de Yoda y en casi todos los principales lugares de filmación de La Guerra de las Galaxias en diversas partes del mundo, incluyendo sitios en Noruega y el desierto de Arizona.

¿El favorito de López? Un bosque de secoyas cerca de Crescent City, California, donde Lucas filmó las escenas de persecución en motojets de «El Retorno del Jedi».

La serie de pelí­culas épicas ha dado lugar a una franquicia que incluye coleccionables, libros, series de televisión, videojuegos y libros de historietas que, según calculó la revista Forbes, en 2007 habí­a producido ganancias por más de 22.000 millones de dólares.

Lucasfilm es una entre muchas empresas y organizaciones sin ánimo de lucro que se han trasladado al Presidio, la otrora base militar convertida en parque nacional con vistas a la bahí­a de San Francisco y el Pací­fico. Los fanáticos, sin embargo, no están autorizados a traspasar el vestí­bulo de la empresa sin invitación.

«La fuente de Yoda es la cara pública de Lucasfilm, la oportunidad que ellos tienen de tomar fotografí­as con algo de La Guerra de las Galaxias», dijo Steve Sansweet, un asesor de relaciones con los fans de Lucasfilm, que alberga un tesoro en objetos de colección en su terreno en el norte de California, conocido como Rancho Obi-Wan.