Silvio, «contrarrevolucionario»


Silvio Rodrí­guez, cantautor cubano de la nueva trova.

El cantautor Silvio Rodrí­guez, voz de la revolución cubana, rememoró en un documental la controvertida época en la que, por llevar cabello largo, admirar a los Beatles y contradecir la rí­gida polí­tica cultural del gobierno, fue considerado «contrarrevolucionario».


«Hombres sobre cubierta», realizado por dos jóvenes cineastas, fue presentado, con gran acogida del sector cultural, la noche del martes en La Habana, con el trovador cubano como invitado especial y ante la presencia del ministro de Cultura, Abel Prieto, en el Museo Nacional de Bellas Artes.

En 50 minutos, el documental relata la travesí­a de cuatro meses, entre septiembre de 1969 y enero de 1970, que hizo Silvio Rodrí­guez cuando se reclutó como tripulante en el barco pesquero «Playa Girón», luego de que las autoridades cubanas le cerraron su programa de televisión «Mientras tanto».

Marginado por el contenido de sus canciones consideradas liberales, crí­ticas o con debilidades ideológicas, Silvio tení­a en aquella época 22 años, llevaba el cabello largo y admiraba a «Los Beatles», lo cual fue mal visto por los jerarcas del Instituto Cubano de Radio y Televisión y otros funcionarios de la cultura.

«Si tení­as el pelo largo eras contrarrevolucionario, si eras homosexual eras contrarrevolucionario», afirmó Rodrí­guez en el documental. ¡Qué difí­cil se la ponen a la gente para ser revolucionario!», dijo que pensaba en esa época.

«Era una manera muy estúpida de entender el ser revolucionario, pero bueno… afortunadamente nos hemos ido abriendo», añadió el trovador de 61 años y quien compuso 62 canciones a bordo del barco, entre ellas las emblemáticas «Ojalá» y «Playa Girón».

Tras la proyección del filme, Silvio comentó a la prensa: «Ese tipo de errores me parece que está superado. Cuestionarte porque tienes el pelo largo o por tu filiación sexual es cosa del pasado».

Pero dijo esperar que el proceso de «transición» que vive la revolución lleve a cosas «positivas» como la eliminación de prohibiciones que pesan sobre los cubanos, en cuanto a permisos de salida del paí­s y hospedaje en los hoteles.

«Hoy la abrumadora mayorí­a de los intelectuales y artistas nuestros tienen una posición igual a la de Silvio, la de enfrentar los problemas, enfrentar toda expresión de burocracia en la cultura y en la sociedad, y al mismo tiempo de defender a esta revolución y a este socialismo», opinó Prieto.

Al elogiar el documental, el ministro afirmó que Silvio para aquella generación y otras que sucedieron «significa una forma de ser revolucionario ajeno a todo dogmatismo, reconociendo la contradicción».

Para el ministro, Cuba marcha hacia una cultura «inclusiva», sin las censuras, marginaciones polí­ticas y exclusión de homosexuales que lastraron la creación artí­stica por décadas.

En un sonado discurso, pronunciado en junio de 1961, el ahora convaleciente lí­der cubano Fidel Castro fijó los lí­mites a la intelectualidad en la isla: «Dentro de la revolución, todo; contra la revolución, nada».

Bajo esos parámetros, muchos intelectuales fueron blanco de ataques acusados de ser «contrarrevolucionarios», especialmente los homosexuales, que fueron recluidos en las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP).

A fines de 2006 e inicios de 2007 la «resurrección» televisiva de tres «censores» de la época provocó una airada reacción en los intelectuales, que llevó a nutridas y polémicas reuniones con la asistencia de Prieto, también miembro del selecto Buró Polí­tico del Partido Comunista de Cuba (PCC).

De ese debate surgió la necesidad de un nuevo congreso de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, que se celebrará en mayo próximo.

«Era una manera muy estúpida de entender el ser revolucionario, pero bueno… afortunadamente nos hemos ido abriendo.»

Silvio Rodrí­guez