Picasso viaja a Madrid


Visitantes observan una de las pinturas de Picasso propiedad del Museo homónimo de Parí­s, que concedió que las obras hicieran un viaje a España.

El museo Picasso de Parí­s expondrá a partir de mañana sus obras de arte en una importante retrospectiva dedicada al pintor español en el Museo Reina Sofí­a de la capital española, que ya cuenta con el «Guernica».


Vista de la entrada principal a la exposición en el Museo Reina Sofí­a.

El museo parisino prestó 430 de sus obras –lienzos, dibujos y esculturas– que ilustran el conjunto de la producción del artista, nacido en Málaga (Andalucí­a, sur) en 1881 y fallecido en Francia en 1973.

A este total se suman 20 obras pertenecientes al fondo del museo madrileño, entre ellas el «Guernica», el enorme lienzo que representa el bombardeo del homónimo pueblo vasco por los aviones alemanes en 1937 durante la Guerra Civil española (1936-1939).

La exposición, que ocupa cuatro grandes espacios dentro del museo Reina Sofí­a, presenta los primeros perí­odos del artista, incluyendo retratos, obras del cubismo, surrealismo, hasta las últimas obras, pasando por el perí­odo en que fue pintado el «Guernica».

Teniendo en cuenta el número de obras mostradas, «una exposición semejante sólo puede hacerse cada 30 ó 50 años», explicó la directora del museo Picasso de Parí­s, Anne Baldassari, en la presentación de la muestra ayer en Madrid.

La retrospectiva, que se mantendrá abierta hasta el 5 de mayo, es la primera etapa de una gira mundial del museo parisino que la llevará luego a Abu Dhabi, Tokio, Canadá, Estados Unidos, Finlandia, para terminar en Sydney, añadió Baldassari.

«Esta exposición es para nosotros un regalo y el fruto de un diálogo entre el Museo Picaso y el Museo Reina Sofí­a, en el cual el Guernica jugó su papel», explicó Manuel Borja-Villel, director del museo madrileño.

El Estado español pagó 3.500 millones de euros por el préstamo de estas obras, suma que será utilizada para la renovación del Museo Picasso de Parí­s.

Venden casa


Una hijastra de Picasso vendió la mansión de Mougins, en el sur de Francia, donde el artista vivió sus últimos años de vida.

La casona «Notre-Dame-de-Vie» fue vendida en 2007 a un particular, según dijeron ayer fuentes próximas al entorno del pintor.

Según una fuente, se pagaron más de diez millones de euros por la vivienda y el comprador es un «loco por Picasso» que tuvo «un flechazo» por esta casa que adquirió el pintor en 1961. Allí­ falleció 12 años después, el 8 de abril de 1973.

El propietario construyó en el terreno de esta propiedad de dos hectáreas a orillas de un canal y constituida por dos casas –una de 35 habitaciones que se extiende sobre 800 m2 y otra que abarca 400 m2– una terraza arbolada y un parque de jazmines y naranjos.

El comprador quiere renovarla «respetando su estilo y las obras que pueda contener».

Tras la muerte de Picasso, su última esposa, Jacqueline Roque, vivió en esa mansión hasta que se suicidó el 14 de octubre de 1986. La legó en herencia a su hija Catherine Hutin-Blay.