Impacto controlable


Una mujer china trata de recolectar barras de hielo que cuelgan en un árbol de Guiyang. Pese al mal tiempo en China, no se espera que esto produzca caos económico.

Las tempestades que castigaron a China en estos dí­as tendrán un impacto económico ya que la industria se vio gravemente afectada, pero las consecuencias podrán diluirse relativamente rápido si este paí­s mantiene su fuerte crecimiento.


«Los desastres naturales provocan normalmente una actividad económica que repara los daños», subrayó hoy el jefe de la oficina del Banco Mundial en China, David Dollar.

La factura de las nevadas y lluvias intensas que azotaron el paí­s a finales de enero fue oficialmente calculada en 7.500 millones de dólares en el primer mes del año.

La cifra incluye el millón de edificios destruidos o dañados y los destrozos en las redes eléctricas y de telecomunicaciones.

Quedan por evaluar las pérdidas provocadas en la industria, la agricultura o incluso los servicios, debido a la parálisis en las regiones poco acostumbradas a estas condiciones meteorológicas tan duras.

Después de las previsiones alarmistas de la prensa china, varios responsables gubernamentales realizaron declaraciones este fin de semana destinadas a tranquilizar a los mercados.

El viernes, los operadores atribuyeron una nueva baja de la bolsa de Shanghai a la preocupación generada por el mal tiempo, que no habí­a sido tan inclemente desde hací­a 50 años.

El presidente de la Comisión de control de los bienes del Estado, Li Rongrong, estimó el sábado que los acontecimientos no afectarí­an a los resultados globales de las compañí­as que cotizan en bolsa, aunque algunas sí­ atravesarí­an dificultades pasajeras.

«Li indicó a los accionistas que no debí­an preocuparse por la caí­da del mercado y añadió que el paí­s recuperarí­a muy rápido las pérdidas engendradas por este caos», indicó la agencia oficial China Nueva.

«Una economí­a tan importante como la de China encuentra dificultades de tipos diversos cada año, pero conserva un ritmo de crecimiento estable», afirmó Fan Gang, director del Instituto nacional de investigación económica.

En 2007, el crecimiento chino llegó a 11,4%, su avance más alto en un año desde 1994, cuando la economí­a progresó un 13,1%.

«Las pérdida mayores proceden de la perturbación de la producción industrial debido a los cortes de corriente y a los bloqueos en los transportes. Pero un 1% o un 2% de crecimiento de la producción industrial que se perdieron se recuperarán tras el Año Nuevo chino (el 7 de febrero)», previó Dong Tao, analista de Credit Suisse.

Además, numerosos economistas estiman que estos incidentes meteorológicos podrí­an incluso estimular las inversiones, sobre todo en la distribución eléctrica o el transporte de carbón.

Por último, está la preocupación de las pérdidas en la agricultura, ya que según la prensa una décima parte de las tierras cultivables sufrieron daños.

A medio plazo, se prevé un alza de los precios de la agricultura en un momento en que el gobierno se fijó como objetivo luchar contra la inflación en este tipo de bienes básicos.