El recién estrenado ministro de Energía y Minas, Carlos Meany, no inicia con buen mensaje su representación ¿Cómo se le ocurre cambiar la hora en Guatemala? Como chiste, feo y como broma, peor. ¿Sacrificar a la población, incluyendo a los pequeñuelos que deben tomar el autobús del colegio muy, pero muy temprano y que aún van dormiditos dentro del bus?; eso es una agresión insoportable contra la ciudadanía.
El horario oficial basado en el tiempo solar, fue introducido en 1883 por acuerdo internacional para evitar complicaciones en los horarios de trenes cuando cada comunidad empleaba su propia hora solar. Se dividió la Tierra en 24 husos horarios, partiendo del meridiano de longitud cero, que pasa por el Real Observatorio de Greenwich, en el sur de Inglaterra; los husos se numeran según su distancia al Este o al Oeste de Greenwich. Dentro de cada huso horario, todos los relojes deben marcar la misma hora, y entre un huso y el siguiente hay una diferencia de una hora. En el modelo científico en el que se basan los husos horarios, cada huso abarca 15° de longitud; sin embargo, los límites de los husos se han adaptado a las fronteras internacionales (o a los límites regionales en países extensos) para facilitar las actividades comerciales.
En enero, las ciudades que están bajo el mismo huso horario de Guatemala marcan la misma hora: Winnipeg, Madison USA, Chicago, Kansas City, Dallas, New Orleans, Houston, Mesoamérica, Islas Galápagos y cientos más. La diferencia es que no están en la misma latitud y longitud.
La decisión que Meany quisiera tomar, utilizando su reciente posición como ministro de Estado, más parecería tomada por un gobernante extremista que por el funcionario de un gobierno democrático. El nombramiento de Meany en esa posición, a juicio de algunos conocedores, no es la mejor reflexión del presidente Colom.
En latitudes en donde se cambia la hora se debe a los cambios drásticos de temperaturas y de luz solar en donde se marcan claramente las cuatro estaciones del año, lo cual ni en chiste ocurre en Guatemala. Allí el cambio de hora se realiza para beneficio de la ciudadanía.
Las costumbres y usos energéticos no van a cambiarse cambiando la hora. Quienes usan la lavadora cuatro o cinco veces a la semana lo seguirán haciendo así. Bañarse con agua caliente en la mañana o ver la televisión, igual. La Cervecería Centroamericana seguirá produciendo la misma cantidad de cerveza; Pollo Campero seguirá vendiendo la misma cantidad de pollo y los cementeros no apagarán sus hornos; las personas que utilizan automóviles igual lo utilizarán y quienes usan otros medios públicos de transporte lo seguirán haciendo. Las luces de los postes de la calle seguirán encendiendo o apagando conforme sus células fotoeléctricas detecten los niveles bajos o altos de luz natural. ¿Entonces?
Para el 15 de enero de 2007 el gobierno anterior planificaba el cambio de horario, precisamente porque era el gobierno de los intereses de los monopolios, en donde los aspectos que afectaban a los seres humanos estaban relacionados con las ganancias de las empresas.
¿Qué le está pasando ministro? Por elemental respeto a la ciudadanía, piense usted en encontrar una explicación clara e inteligible a lo que muchos consideran como una propuesta propagandística e insustancial. No tergiverse usted la autoridad de su posición. ¿Cómo y quiénes serían los beneficiados con el cambio de horario?