El crecimiento mundial en 2008 será más bajo que lo previsto, a causa de la crisis financiera y esa desaceleración, que amenaza particularmente a Estados Unidos, podría afectar a los países emergentes, estimó este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Fondo prevé una expansión de 4,1% del producto interno bruto mundial (PIB) este año, o sea 0,3 puntos menos que lo pronosticado hasta ahora, y de sólo 1,5% en Estados Unidos (-0,4 punto), según las previsiones corregidas.
Si se excluye el aumento del crecimiento en 2007, la primera economía mundial puede incluso no crecer más de 0,8% (tras 2,6% en 2007), un ritmo muy inferior a su potencial, según la entidad con sede en Washington, que calificó a Estados Unidos de «epicentro» de la desaceleración mundial actual.
El Fondo ya había reducido en octubre sus previsiones de crecimiento para 2008, dadas a conocer inicialmente en julio. El anuncio de estas cifras, previsto para el viernes pasado, se retrasó cerca de una semana para tomar en cuenta el hundimiento bursátil de los días precedentes.
«Las tensiones financieras provocadas por el sector subprime en Estados Unidos –y las depreciaciones de activos bancarios que se derivaron– mientras que las crecientes bajas masivas en las bolsas mundiales traducen una incertidumbre en ascenso», explicó el FMI para justificar esta corrección.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) llamó el martes a los bancos centrales a permanecer unidos y vigilantes contra la crisis financiera, y calificó como «apropiada» la decisión del BCE de mantener sus tasas inalteradas hasta ahora.
«Los bancos centrales tendrán que seguir acompañando de cerca la administración de las necesidades de liquidez en los mercados financieros mientras sea necesario, para asegurar su buen funcionamiento, así como posibles consecuencias sobre la economía real», estimó el Fondo en un informe sobre la estabilidad financiera en el mundo.
El organismo financiero internacional reconoció la compleja función de los bancos centrales: «la política monetaria debe enfrentar la difícil tarea que consiste en conciliar los riesgos de un brote inflacionario con los de una desaceleración de la actividad económica», admitió.
El FMI mantuvo sin cambios su previsión de crecimiento para América Latina a 4,3% para 2008, pese a la desaceleración global, aunque la región crecerá 1,1% menos que el año pasado, según la revisión de sus proyecciones económicas de octubre para este año.
El crecimiento europeo se verá afectado por la crisis originada en el mercado hipotecario estadounidense, y el PIB de la zona euro crecería solamente 1,6% (-0,5 punto). Excluyendo el efecto de arrastre heredado de los precedentes trimestres (de 2007), la expansión sería de 1,3% en zona euro, luego de alcanzar 2,3% en 2007.
Hecho nuevo, el FMI advirtió contra los riesgos de contagio a los países emergentes, que hasta el presente habían sido descriptos como particularmente resistentes y capaces de compensar la desaceleración de los países desarrollados.
«Hasta el presente, los mercados emergentes han resistido (…). Dicho esto, considerando de cerca los recientes repliegues bursátiles, algunos de esos mercados podrían no estar en condiciones de escapar al efecto contagio», señala el Fondo.
Finalmente, el FMI bregó en forma explícita sobre la necesidad de regular los mercados financieros, estimando que «se debe tomar medidas», e indicó que actualmente prepara recomendaciones al respecto.