La moda se declina en plural


El mundo de la moda está en pleno auge de sus presentaciones, en donde ha adquirido impulso las presentaciones en Latinoamérica.

Valdivia, Bertolero, Argenteras, Guiulfo, Jimenez: la moda peruana se declina en la pluralidad de los talentos de sus creadores, cuyas colecciones, presentadas ayer en el Salón pret-a-porter de Parí­s, fueron un muestrario de creatividad y de maestrí­a técnica.


Un solo denominador común, la alpaca, tema del defile, que cada uno de los diseñadores aborda con un espí­ritu diferente y combina con distintas materias.

José Miguel Valdivia presentó una colección deslumbrante en la que el negro de las faldas anchas, inspiradas en la vestimenta tradicional andina pero hechas de «baby alpaca» y finamente plisadas, se combina con el rojo intenso o el morado de las grandes capas de piel de alpaca que las cubren.

Las chaquetitas ajustadas al cuerpo se ensanchan en cuellos con apariencia de estolas. El negro se ilumina a veces con una pizca de rojo en los bajos, con franjas pespunteadas o con delicados bordados metálicos.

En esta colección «me mantengo ciento por ciento fiel a la alpaca» y trabajo sus distintas texturas, declaró el diseñador.

José Miguel Valdivia busca inspiración en las más diversas influencias. Si sus faldas remiten a la tradición peruana –«Todos los adornos de las de la colección han salido de faldas que he comprado en diferentes pueblos del Perú», dice–, su curiosidad lo lleva a explorar la historia de la moda europea, cuya influencia recibe instalado en su época.

«Intenté un remedo de los plisados Fortuny con las grandes capas que el propuso en los vestidos de 1910. Es Fortuny 1910 cruzado con Marilyn Manson», declara riendo Valdivia, que rinde homenaje a la excelencia de los artesanos con los que trabaja.

Claudia Bertolero, por su parte propone una colección cuya paleta respeta los colores naturales de la alpaca, esencialmente el blanco y negro, ensalzados a veces por delicados bordados. Elegantes chaquetas y abrigos de corte trapecio, de impecable factura, cubren vestiditos geométricos de inspiración años 70.

Sus modelos lucen sombritos redondos con apliques de cuero, único lugar en que aparece esta materia, gran especialidad de la diseñadora.

«Es verdad que hay poco cuero, pero este desfile es sólo una primicia de la colección que estoy preparando, en el que combino el cuero con bordados y encaje, y que será presentada en abril próximo en Lima y en julio en Roma», precisó Claudia Bertolero.

La colección de Ana Marí­a Guiulfo es, por el contrario, un verdadero estallido de colores, tanto en las prendas de alpaca como en las de seda con las que la combina.

Chaquetas y abrigos naranjas, rojos, morados o amarillos, forrados con colores contrastados, se combinan con faldas y pantalones grises o rosa vino.

Las blusas y vestidos de seda pintada a mano en las que los originales dibujos reproducen todos los colores del arco iris.

La diseñadora reconoce una evidente «inspiranción oriental» en sus sedas pintadas, pero «transformada por los colores peruanos», afirmó.

Finalmente Rosario de Armenteras opta por modelos en los que las texturas sobrepuestas construyen una arquitectura particular en cada prenda. Los pantalones brocados se combinan con blusas de gasa que cubren chaquetas de alpaca y estolas tejidas. Leves vestiditos de gasa u organza plisada se cubren con largos abrigos de alpaca.

Finalmente, Claudia Jiménez presentó una colección titulada «Barajas», toda en rojo, blanco y negro, y con abundantes bordados que reproduces los tréboles, corazones, diamantes y picas de las cartas.

Los conjuntos de chaqueta y falda o pantalón son alpaca sumamente trabajada con calados y bordados. Leves volantes de tul suavizan el conjunto. «La colección es de inspiración peruana, pero con un toque español», reconoció la diseñadora.

La descripción es perfecta para su maravilloso vestido de novia, de cuerpo tejido de «baby alpaca» bordada a mano y falda de volantes sucesivos de organza y alpaca.