Xabier Etxeberria: Temas básicos de ética


El presente libro de Xabier Etxeberria, quien es profesor titular de ética en la Universidad de Deusto (Bilbao), consiste como el mismo tí­tulo lo sugiere, en una presentación de los temas básicos para un curso de ética. El autor elabora una sí­ntesis de los contenidos esenciales para que cualquier lector o profesor pueda encontrar el núcleo central de los contenidos éticos.

Eduardo Blandón

Evidentemente Etxeberria no es el único intelectual en los últimos tiempos que se ha aventurado en la escritura de un libro de esta naturaleza, se pueden citar otros esfuerzos como los realizado por Adela Cortina, Fernando Savater, Augusto Hortal y Joaquí­n Aragó, entre otros. Todo parece apuntar, si se deduce del número de libros publicados en lengua española y que abarrotan las librerí­as, que la ética vive dí­as de mucha salud.

Parece paradójico que aun y cuando la moral se encuentra en crisis, esto es, la manera cómo las personas se determinan por sus acciones en el dí­a a dí­a, haya interés en una disciplina destinada -en apariencia- exclusivamente para académicos. Es extraño, pero al mismo tiempo explicable si se advierte que la gente necesita asideros y brújulas para conducir su propia vida y tal cosa parece encontrarla de alguna manera en la formación ética.

El estudio de la ética se ha convertido quizá en el sucedáneo de la reflexión bí­blica. Es posible que la gente intente una fundamentación moral lejos de la acostumbrada certeza ofrecida por la religión. Hoy se busca una ví­a racional y un fundamento autónomo, alejado de «las exigencias» de un Dios que prescribe obediencia por el cumplimiento de un Decálogo.

Semejante pretensión ha originado una aventura intelectual que unos defienden y otros rechazan por considerarla imposible o utópica. Quienes la defienden buscan en la razón y el diálogo las bases para una ética de carácter universal, una ética de mí­nimos que permita la convivencia pací­fica entre todos los ciudadanos del mundo. Tal proyecto es posible, afirman, y lo corroboran, por ejemplo, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que son una especie de cristalización (según ellos) de una utopí­a alcanzable.

Los que se oponen a quitar a Dios del horizonte ético consideran un error y una arrogancia esa posibilidad. Muchos consideran justa la declaración de Dostoievski cuando expresó que «Si Dios no existe, todo está permitido». Es una locura, insisten, y eso queda corroborado -continúan- en el relativismo que vivimos en nuestros dí­as. Para ellos no hay un verdadero fundamento si las bases no se encuentran hundidas en lo trascendente, es una especie de autoengaño una utopí­a infantil.

Sea como sea, el estudio de la ética está despertando el interés de tirios y troyanos y eso es saludable para encontrar fórmulas de acción que conduzcan a una vida digna y feliz. En algunas universidades, por ejemplo, la ética es una disciplina de estudio obligatorio para los estudiantes. La idea, dicen, consiste en no sólo preparar el intelecto de los estudiantes para que adquieran competencia profesional, sino también formar la voluntad (el corazón, como se decí­a en otros tiempos) para el correcto discernimiento y responsabilidad de los actos.

No está lejos que sea esa también la intención de Etxeberria al presentar un libro de tales caracterí­sticas. El autor intenta reflexionar en esos temas fundamentales para que cada lector tome su propio criterio y juzgue lo que le parezca más racional y sensato. No es un texto de religión, sino de carácter filosófico que puede servir como introducción a la problemática ética.

El libro está dividido en los siguientes capí­tulos: 1. Tema introductorio; 2. La ética como horizonte de plenitud; 3. La ética como ideal de convivencia; 4. La ética como articulación de plenificación y convivencia; 5. La persona como sujeto moral que realiza la ética y 6. í‰ticas aplicadas. En cada uno de los temas se desarrollan los contenidos que ya son clásicos en la reflexión ética: las virtudes, los valores, ética y religión, ética y derecho, ley natural, la autonomí­a, las normas, la conciencia moral, etc.

Aun considerando que el libro se puede enmarcar en la lí­nea de una obra «clásica» introductoria de la ética, el texto va más allá no sólo por la actualidad del punto de vista del autor quien toma en cuenta bibliografí­a reciente, sino también por ciertos contenidos valorados como importantes por el intelectual, tales como: la solidaridad, la justicia y el marco institucional, la sabidurí­a práctica y una reflexión que dirige sobre la ética de las profesiones.

El autor lo dice de la siguiente manera:

«Debe quedar claro (…) que en principio se trata de una obra que aspira a dirigirse a todas aquellas personas interesadas por una visión global de la ética en un nivel básico, como también se sugiere en el tí­tulo. Por básico queremos decir que no se precisa como condición previa de lectura una formación filosófica especial sino que pretende más bien ofrecerla en el ámbito moral. Pero a su vez tratamos de que ese «básico» significo «con base», fundado; intentamos ofrecer algo que tenga consistencia, que no tenga la facilidad de la superficialidad. Toca al lector juzgar si se ha logrado ese equilibro que hemos buscado».

El libro no está destinado únicamente para aquellos que quieren «saber» como quien busca ideas, sino que se dirige también a los que quieren una opinión autorizada para poder aplicarla a la vida. La ética no es una disciplina que sólo teoriza, sino una especie de sabidurí­a que ayuda a conducir la propia existencia. En este sentido, el autor también quiere lograr ese propósito.

Lo dice así­: «La ética es un saber de la praxis y para la praxis personal y colectiva. Esto significa que lo que aquí­ se ha escrito se ha hecho con la intención de que motive explí­citamente para la acción moral. La ética es atractiva, porque nos ayuda a encontrar el horizonte de nuestra plenitud y porque propone normas que, bajo la cara adusta de lo obligante, en realidad potencian nuestra autonomí­a y nuestras mejores posibilidades de realización solidaria. Lo importante en la ética, como ya dijera Aristóteles, no es saber cómo ser buenos, sino serlo realmente».

Ojalá que este libro pueda ayudar a una reflexión sincera no sólo para aprender más, sino también, ¿por qué no?, para ser más. Puede adquirirlo en Librerí­a Loyola.