Hay algo que se he hecho evidente en el andar de Colombia en el Mundial Sub20. El equipo baila al son que le ponen sus volantes James Rodríguez y Michael Ortega.
La cuestión de la dependencia del anfitrión a estos dos jugadores se planteó luego de la victoria 1-0 ante Corea del Sur en el cierre del Grupo A.
Rodríguez, del Porto de Portugal, y Michael Ortega, del Atlas de México, salieron a los 67 minutos y el rendimiento declinó.
Ortega también se entiende a la perfección con el delantero Luis Muriel, autor de tres goles, dos frente a Francia, y el de la victoria contra los surcoreanos.
El técnico Eduardo Lara resaltó que Rodríguez y Ortega son jugadores «bien importantes, vienen haciendo una excelente sociedad, se comprenden, ambos son de excelente riqueza técnica».
«Ojalá pudiera tener más jugadores del mismo corte, pero es imposible», añadió.
Lara ordenó la salida de Rodríguez y Ortega por precaución a raíz de las lesiones que arrastran desde hace días y el riesgo de una tarjeta amarilla.
«Por el momento no pienso cambiar ni jugadores ni modulo táctico y cualquier modificación está sujeta al rival que tengamos en octavos de final», anticipó.
Colombia seguirá disfrutando de los 2.650 metros de altura de Bogotá, donde sus jugadores la asimilaron sin mayor problema en contraste a los contrincantes.
«Se viene una etapa en la cual la altura será clave y las equivocaciones se pagaran con la eliminación, la única alternativa es ganar para poder continuar», advirtió Lara.
El de2fensor y capitán Pedro Franco se declaró complacido de permanecer en la capital colombiana. «Importante mantener la localía, estamos bien adaptados a la altura, jugamos bien en Bogotá y estamos tranquilos», dijo.